Música y adicciones

El término musicoterapia se refiere al uso de la música y de sus elementos (sonidos, ritmos, melodías).

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El término musicoterapia se refiere al uso de la música y de sus elementos (sonidos, ritmos, melodías), tiene como finalidad el desarrollar o restaurar las funciones del individuo de tal manera que éste pueda lograr una mejor integración y una mejora en la calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.

Aristóteles, a través de la teoría del Ethos (fundamental en la musicoterapia) indicaba que la música y el ser humano estaban estrechamente relacionados, y que la música podía modificar el estado de ánimo de los seres humanos.

Hoy la música es una poderosa herramienta en el tratamiento de las adicciones, tales como el tabaco, el alcohol, o las drogas. A través del movimiento de la voz, del cuerpo y de tocar un instrumento musical o de la simple escucha de piezas musicales. Las emociones juegan aquí un papel fundamental.

Trabajando musicalmente el cuerpo, la enfermedad biopsicosocial, no sólo ayudará a tratar la adicción, sino que también se pueden prevenir y se pueden evitar recaídas. El tipo de música a utilizar es muy específico para cada problemática.

No se dejen engañar por gente que no está especializada en esto y cabe aclarar que no solo con ser músico se está capacitado para ello. La música puede producir estados relajantes, pero no solo se utiliza música relajante en la musicoterapia.

Se utiliza toda la música que sea estimulante para el paciente y la adicción. Ya existen muchos compendios que marcan la pauta para el tratamiento de los diferentes padecimientos.

La idea es aumentar la energía corporal, estimular las emociones, y potenciar la autoestima. Actividades como los bailes de salón como el tango, el vals, el bolero o bailes latinos como la salsa, el merengue, la bachata, también ayudan a mejorar el desarrollo y la valoración del paciente; y las relaciones interpersonales, potenciando la autoestima.

Lo importante aquí es ponerte en contacto con un profesional de la materia y no con un “influencer” de la musicoterapia que ni siquiera sabe, que no sabe. Esto es muy delicado y se debe aplicar con sumo cuidado para que el paciente llegue a buen puerto en sus resultados. Parece magia, pero es más científico de lo que pudiéramos pensar. Hasta la próxima semana.

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