Música y medicina

Las relaciones entre la música y la medicina representan un vasto estudio. La musicoterapia ha sido practicada por toda la humanidad...

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Las relaciones entre la música y la medicina representan un vasto estudio. La musicoterapia ha sido practicada por toda la humanidad desde siempre, y aunque el concepto de enfermedad y de actitud terapéutica se haya cambiado continuamente, los efectos de la música sobre la mente y el cuerpo enfermo, mantienen desde tiempo inmemorial notables semejanzas.

Nuestro oído, con el comienza nuestra conciencia, así lo programó la evolución. Siempre está ahí, aunque los demás sentidos claudican: escuchamos y es a través de este sentido que el mensaje sonoro accede, liberando emociones acalladas, desbloqueando recuerdos, comunicando experiencias, incitando un movimiento corporal.

Esto sucede cuando el sonido transita por el córtex auditivo, activando al sistema límbico, que es responsable de nuestras experiencias emocionales, así como de las respuestas metabólicas básicas un estado particular de relajación y sensación de bienestar.

Y podemos creer o no, pero la musicoterapia está avalada por dos fuentes de conocimiento indiscutibles: la historia de la medicina paralela a la historia del uso terapéutico de la música, y los aportes de la psico-neuro-endocrino-inmunología; y estarán de acuerdo que lo difícil de toso esto es pronunciar la dichosa palabra ¿no?

Esta ciencia utiliza recursos específicos: silencio, ruido, sonido, música y todas las formas rítmicas y acústicas vivenciadas o expresadas a través del cuerpo, la voz y los medios analógicos y digitales de producción, reproducción, edición y comunicación; y estas se pueden implementar de manera activo y/o inactivas.

Ejemplos clínicos demuestran grandes resultados en dónde un “adagio” de música Barroca, de Bach específicamente, puede ayudar en casos de quimioterapia, quitar por si sola ahogos, ansiedad y angustia frente a la dificultad respiratoria, durante la pura escucha de la música.

Puedo decir que con la música logramos aprender idiomas, aprender lo que sea y solo con escuchar lo correcto para cada caso y he visto pacientes en estado terminal en donde la escucha sonora asociada a los momentos respiratorios rítmicos, facilitaron la sincronización cardio-respiratoria y cerebral, relajación muscular y aquietamiento emocional. Un tema apasionante sin duda. Hasta la próxima semana.

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