Ni transparente ni equitativo

La reciente comparecencia de la consejera presidenta del Instituto Electoral de Quintana Roo...

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La reciente comparecencia de la consejera presidenta del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo), Rubí Pacheco Pérez, ante los diputados de la XVII Legislatura, arrojó luz sobre una serie de cuestionamientos e irregularidades que han estado rodeando su gestión.

El Órgano Interno de Control de la institución, liderado por José Polanco Bueno, ha puesto de manifiesto estas preocupaciones, lo que ha llevado a un debate público sobre la transparencia y responsabilidad en el órgano electoral.

En un acto que no pasó desapercibido, Rubí Pacheco Pérez se defendió con firmeza, pero no logró ocultar una cierta arrogancia en sus respuestas.

Afirmó que ha respondido a los requerimientos del Órgano Interno de Control en relación con 54 observaciones financieras que apuntan a posibles irregularidades, en apenas seis meses de gestión.

De estas observaciones, 24 han sido solventadas, mientras que las 25 restantes han sido respondidas en cuanto a los requerimientos de información, aunque aún no se han dictaminado por el Órgano Interno de Control.

Pacheco Pérez minimizó estas observaciones, calificándolas como "irregularidades menores", y aseguró que han sido aclaradas proporcionando la información requerida.

Sin embargo, la incertidumbre persiste, ya que se desconoce si el Órgano Interno de Control ha dado por solventadas las observaciones.

Esta situación se complica aún más por la autonomía de este ente fiscalizador, que trabaja en conjunto con la Auditoría Superior del Estado (Aseqroo), la cual emitirá su opinión y tomará decisiones sobre el tema al auditar la cuenta pública correspondiente.

Rubí Pacheco Pérez también señaló que será la auditoría de la cuenta pública de 2023 la que arroje luz sobre la existencia de irregularidades o la necesidad de aplicar sanciones.

En medio de todas estas incertidumbres, la consejera presidenta se mantuvo firme en su posición, afirmando que su administración es transparente, austera y se maneja con eficiencia y disciplina financiera, aunque eso sólo ella se lo cree.

Es fundamental que, en una democracia sana, las instituciones electorales gocen de la confianza de la ciudadanía, de la cual no goza el Ieqroo, debido a las múltiples irregularidades que han sido denunciadas no solo por los trabajadores de este instituto, sino también por sus consejeros electorales, lo que hace aún más grave esta situación.

La transparencia y la rendición de cuentas son piedras angulares de la integridad del proceso electoral. Por lo tanto, es esencial que las observaciones y cuestionamientos sean abordados de manera adecuada y que las respuestas sean respaldadas por hechos y pruebas concretas.

Los ciudadanos de Quintana Roo merecen una institución electoral sólida y confiable, y para lograrlo, es necesario que las autoridades y los organismos involucrados en el proceso electoral trabajen juntos de manera transparente y responsable.

La rendición de cuentas y la colaboración con los órganos fiscalizadores son pasos necesarios para fortalecer la confianza en el Ieqroo y garantizar que las futuras elecciones sean justas y equitativas, y no es necesario esperar a que el periodo de la actual consejera presidenta termine.

En última instancia, la verdad y la transparencia deben ser los pilares sobre los cuales se construye la credibilidad de cualquier institución, especialmente en una democracia. La sociedad de Quintana Roo estará observando de cerca el desenlace de este debate sobre la integridad del Ieqroo y la actuación de sus líderes.

¿A caso no hay personas mejor calificadas para ocupar esos cargos?

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