No hay derecho

El futuro de una gran obra de infraestructura pública ha sido decidida por una consulta que carece no solo de validez legal sino cuyos métodos la hacen claramente manipulable...

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El futuro de una gran obra de infraestructura pública ha sido decidida por una consulta que carece no solo de validez legal sino cuyos métodos la hacen claramente manipulable, y el origen de cuyo financiamiento sigue siendo opaco. La celebración misma de esa consulta constituye un desafío, por una parte, a la institución a la que en todo caso debería recaer su organización, creada para garantizar el respeto al sufragio popular y cuya construcción tomó muchos años de lucha democrática, y, por otra, a la Constitución de nuestro país, que habría sido necesario reformar para llevarla a cabo de manera no concomitante con un proceso electoral federal, como se ha hecho.

Mientras tanto, y en otro desafío a la Constitución, un individuo ostenta al mismo tiempo dos cargos de elección popular —gobernador de un estado y senador de la República con licencia— tras la anulación de una votación legislativa perfectamente legal y su arbitraria repetición en el Senado, que habría de producirse en paralelo a la migración de cinco diputados de su partido a la bancada del partido gobernante, que obtuviera de ese modo, en aparente pago por los favores recibidos, la mayoría absoluta en esa Cámara.

¿Cuál es la reacción pública a la conducta de la nueva clase gobernante en el país? Un índice de aprobación del Presidente electo de 75.2 por ciento. Única conclusión posible: a la mayoría de los mexicanos nos tiene sin cuidado el estado de derecho, lo que no sorprende cuando pensamos que la institución responsable de formar ciudadanos —la escuela— lleva décadas secuestrada por instancias sindicales que han hecho de los maestros un aparato electoral corporativo a subastar al mejor postor, antítesis por definición de las buenas prácticas ciudadanas y democráticas.

Parcial, reducida a lo laboral, mal instrumentada, la reforma educativa pretendía sin embargo combatir ese fenómeno. Hoy un partido gobernante sin contrapesos reales anuncia su derogación y la del Instituto autónomo creado para velar por su espíritu.

No hay derecho. Y todo parece indicar que no lo habrá.

Lo más leído

skeleton





skeleton