"Pídanle al mundo que recen" Cristianos perseguidos

Persecución, allanamientos, cárcel, cierre de emisoras de radio católicas y exilio de religiosas, así como el arresto del obispo de Matagalpa, Nicaragua; Rolando Álvarez junto con cuatro sacerdotes, dos seminaristas y un laico, entre otros.

Esta es una de tantas historias de los cristianos perseguidos, la mayoría de ellos no corren con la misma suerte que se ha viralizado en el mundo. Más bien están dentro de lo políticamente correcto, no hablar de los 200 millones de cristianos que sufren persecución cruenta y 50 millones que sufren otros tipos de persecución.  ¿Cuántas veces hemos oído hablar de los cristianos perseguidos?

Y esa persecución no es algo exclusivo de Nicaragua. Se da también en muchos países como: Egipto, Iraq, Somalia, Siria, Sudán, Afganistán, Corea del Norte, India, Libia, Irán, Arabia Saudí, Nigeria, Uzbekistán y muchos más países. Sin tomar en cuenta la persecución social que se da en el mundo occidental, como son las iglesias quemadas y destrucción de los templos.

Y tampoco es algo exclusivo de nuestro tiempo. Se ha dado desde que la Iglesia es Iglesia, es decir, hace más de 2000 años. Romanos, musulmanes, tiranos, emperadores, todos sin excepción la han perseguido.

En nuestro país hace poco menos de 100 años, hubo una gran persecución en contra de los cristianos, misma que ha sido silenciada y en los libros de texto, ni aparece, la historia de la Cristiada.

Es una voluntad generalizada a nivel mundial, de no hablar del tema, o casi nada. Pienso que es por la radicalidad que significa, perder todo por Cristo. Algo que en nuestros días es muy difícil de entender. Perder casa, cosas materiales, familiares, amigos, es decir todo por Cristo, con una sonrisa; perdonando a quienes te han hecho daño. En pocas palabras: estar dispuesto a entregar tu vida.

Hoy que vivimos un mundo donde lo más importante es lo material, el tener, el disfrutar, el poder, el viajar...; es muy difícil entender esa radicalidad de dar testimonio de paz, de perdón y amor, de vivir el amor a Cristo hasta las últimas consecuencias. Los cristianos que han dejado todo, por ser fieles a su religión, dan todos los días un testimonio muy grande de su fe.

Y a pesar de la persecución, los cristianos perseguidos dan un gran testimonio de fe, para ser fieles a Jesucristo. Nos muestran que lo verdaderamente importante es llegar al Cielo, es al Cielo a donde debemos voltear. La única lucha, la única preocupación, es no perder la gracia de Dios, y llegar al Paraíso.