La consulta a la ciudadanía
La condición fundamental para la modernización de los gobiernos es...
A la participación de los ciudadanos en la cosa pública se le ha denominado gobernanza, la condición fundamental para la modernización de los gobiernos es posibilitar, permitir y alentar el involucramiento de las personas en las decisiones gubernamentales que impactan su entorno; parece que ello comienza a ocurrir en Quintana Roo; si es así, ese será el verdadero cambio.
El gobernador del estado, Carlos Joaquín González, lanzó una consulta pública, la primera en la historia local, que se llevará a cabo el primero de julio, a la par de la renovación de las presidencias en los once municipios y la elección de presidente de la República, diputaciones federales y senadores. El ejercicio es inédito, pero deseable aun con sus negativas manifestaciones.
El mandatario decidió conocer la opinión ciudadana con respecto a la permanencia en la entidad de las operadoras de transporte de personas mediante plataformas digitales. Si se queda o se va Uber, en términos llanos y, como la respuesta pareciera conocida desde ahora, los sindicatos de taxistas han lanzado amenazas, como lo han hecho en el pasado, lo que ocurrirá seguramente en cada tema que sea consultado y en el que se pongan en riesgo intereses de estructuras anacrónicas crecidas al calor de la impunidad política a lo largo de los años.
Además de la iniciativa del gobernador, hay otras que comienzan a dibujar un entorno en el que los tomadores de decisiones quieren profesionalizar la administración pública para convertir a los gobiernos en ejecutores que trabajen con los ciudadanos; por ejemplo, Fernando Zelaya Espinosa, como diputado de la actual legislatura, propuso que un porcentaje de los presupuestos municipales sea ejecutado en proyectos que la ciudadanía determine. Si gana la presidencia municipal en Othón P. Blanco, la capital quintanarroense, será el primero en llevarlo a cabo.
Como se observa, la participación ciudadana no se agota en la consulta sobre la permanencia de Uber y las quejas de los taxistas, por el contrario, la ciudadanía debiera desde ahora organizarse para exigir a la autoridad muchos temas más, todos aquellos que les impactan y que son susceptibles de modificarse y para ello deben hacerse las consultas mediante los órganos adecuados y designados para tal efecto, como el Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo).
Luego entonces, más allá de las quejas de los taxistas, lo enormemente valioso es contar con los mecanismos de participación ciudadana y hacerlos efectivos, que las consultas de los gobiernos se apeguen a la normatividad y que la gobernanza sea un proceso pleno; eso es cambio, así se observa desde aquí, A Tiro de Piedra. Nos leemos en la próxima.