La primera visita al estado que realizó el candidato presidencial y monarca de Morena, Andrés Manuel López Obrador, inyectó combustible a las campañas de sus candidatos en Quintana Roo, quienes amenazan seriamente al Frente oficialista del PAN-PRD-MC en todos los flancos, sin que haya una respuesta contundente para desinflar la ofensiva.

Los candidatos de la coalición “Por México al Frente” pintaban como favoritos por el simple hecho de que los dos principales partidos que la integran son gobierno en Quintana Roo, lo que obsequia un manto de cobertura institucional que en procesos electorales suele marcar la diferencia.

Pero los conflictos internos y la imposición de cuadros poco posicionados a las candidaturas federales y locales por la rapiña de algunos grupos en el poder provocaron que la selección frentista no fuera tan intimidante desde el principio, con excepciones como Luis Torres Llanes en la capital y Miguel Ramón Martín Azueta en Playa del Carmen, quienes arrancaron la carrera en la posición de liderazgo.

En el segundo distrito –con cabecera en Chetumal– la morena Patricia Palma Olvera ha cerrado la carrera y obligará a Luis Torres a aplicarse al máximo para no ser arrasado por el ciclón AMLO.

Pero con el impulso de este efecto que ya se manifiesta en la contienda los candidatos de Morena han crecido en preferencias y amenazan con llevarse la mayoría de las posiciones en juego, lo que sería un golpe político catastrófico para el cuarteado Frente.

A días de sonar la campana en la batalla por la alcaldía capitalina, el panista Fernando Zelaya Espinosa conserva una ligera ventaja pero ya es amenazado por el moreno ex priista Hernán Pastrana Pastrana, quien ya tuvo las riendas municipales de 1978 a 1981, cuando el PRI se daba el lujo de inflar a su oposición.

El panorama no es alentador para la coalición gobernante en el Caribe, sobre todo porque la próxima semana inician las campañas de los candidatos a las 11 presidencias municipales y el Frente azul y amarillo podría arrancar seriamente herido si “Chanito” Toledo no entra a la competencia en la batalla por la alcaldía de Cancún.

La coalición encabezada por PAN y PRD no debe confiar en la reactivación del fenómeno electoral de 2016, cuando Carlos Joaquín González como su candidato a la gubernatura demolió al PRI y a su gobernador Roberto Borge. Hoy las condiciones son otras y el factor más desequilibrante es Andrés Manuel López Obrador, acostumbrado a ganar en Quintana Roo.