Los consejeros del Instituto Electoral de Quintana Roo (Ieqroo) han escrito una de las páginas más negras de nuestra perseguida democracia, atentando contra ella para impedir que José Luis “Chanito” Toledo Medina esté en la boleta como candidato a la alcaldía de Benito Juárez (Cancún), postulado por la coalición formada por PAN, PRD y Movimiento Ciudadano.

En los tiempos infames del absoluto control de los institutos electorales –tan frescos en la memoria de muchos– eran parte de la normalidad estas marranadas a quemarropa, pero este tipo de ataques no se explica hoy.

Decididos a dinamitar la democracia porque su autoridad moral está por los suelos, los Consejeros electorales fueron desnudados al intentar afectar con dolo a José Luis “Chanito con la aprobación apresurada de la boleta electoral para que no aparezca el nombre del aspirante que llevó su caso hasta los tribunales electorales.

Los malosos Consejeros presididos por Mayra San Román Carrillo Medina no aprenden la lección, y a pesar de que su Consejera Presidente Mayra San Román Carrillo Medina está bajo investigación de la Fepade por presuntos delitos en el proceso local de 2016, siguen dando de qué hablar por sus maniobras tan perversas que combaten a la democracia que tanto pregonan en el discurso hipócrita,

Y es que sin vencer aún el tiempo destinado para el registro de los candidatos y con todo el mes de mayo contemplado en su cronograma electoral para aprobar y enviar a imprimir las boletas, de repente les entró la urgencia de sacar ese pendiente, aunque eso signifique dejar el espacio del candidato titular del PAN, PRD y MC en Benito Juárez en blanco.

La jugarreta va en contra del juego limpio y parejo en la contienda que tanto pregona el Ieqroo, pues el INE dio muestra de ello al retrasar la impresión de las boletas electorales federales por varias semanas con el fin de esperar las resoluciones del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación de las impugnaciones presentas por el “Bronco” Rodríguez Calderón y Armando Ríos Piter.

Con este nuevo dardo envenenado nuestro nada confiable Instituto Electoral pasará a la historia como el peor de todos los tiempos por su servilismo infame y su carencia de autoridad moral, misma que podría llevar a varios incluso a una destitución prematura. Para esto ha servido la ciudadanización de los órganos electorales, con agresores de una democracia que dinamitan por consigna.