Revelando la crítica realidad financiera del castigado municipio capitalino, la designada alcaldesa María Luisa Alcérreca Manzanero reconoció que el Ayuntamiento arrastra una lapidaria deuda de más de 60 millones de pesos con el Issste heredada por el ex presidente municipal Eduardo Espinosa Abuxapqui, de la cual no se ha pagado ni un quinto hasta el momento.

Este pasivo tiene un origen vergonzoso, pues se trata de pagos de prestaciones básicas de seguridad social de los burócratas municipales que fueron descontadas de sus salarios pero que nunca llegaron a la dependencia federal, en un fraude similar al realizado por el gobierno de Roberto Borge Angulo a miles de empleados estatales.

Pero aunque el actual gobierno capitalino no fue el responsable de este masivo adeudo, en el año y medio de gestión combinada entre Luis Torres Llanes y María Luisa Alcérreca no se hizo ninguna acción para disminuir el pasivo y ofrecer certeza a los trabajadores afectados, incómoda tarea que tendrá que resolver el próximo alcalde de Chetumal.

En su defensa, la sucesora de Luis Torres aseguró que el ex alcalde y hoy candidato a la diputación federal del Frente PAN, PRD, MC, realizó gestiones ante el Issste para lograr un convenio de pago a largo plazo ante la falta de solvencia del Ayuntamiento, lo que no se ha concretado porque la dependencia mantiene en análisis la propuesta.

Sin embargo aceptó que la idea es cubrir esa cantidad en “pagos chiquitos” por un periodo de 10 años, con sus respectivos intereses, sumando un nuevo compromiso económico a las de por sí golpeadas finanzas municipales.

Alcérreca Manzanero se dijo confiada de que antes de que concluya su gobierno el convenio de pago estará firmado, aunque la carga mayor de la deuda será para las próximas cuatro administraciones.

Por si fuera poco, aún está por definirse el tema de la falta de pago a la empresa “Avances Lumínicos” responsable de la instalación de las polémicas lámparas LED, que podría ser la estocada final para las desangradas arcas capitalinas.

Pero ni esa situación catastrófica desanima a la quinteta de candidatos que buscarán la silla endemoniada a partir del próximo 14 de mayo, pues todos aseguran tener la varita mágica para arreglar lo que hasta el momento nadie ha logrado. Pero en las campañas por iniciar todo es posible, en el terreno de las promesas.