Villanueva duerme en Chetumal
Tras soportar un martirizante encierro en prisiones nacionales y extranjeras...
Tras soportar un martirizante encierro en prisiones nacionales y extranjeras por 17 años acusado de cargos de lavado de dinero y delincuencia organizada, el ex gobernador chetumaleño Mario Villanueva Madrid arribó a su terruño antes de las 11 de la mañana para ser ingresado en el Cereso de esta capital, donde purgará condena en espera de que se haga válida su petición de prisión domiciliaria.
Capturado el 25 de mayo de 2001 cerca de Cancún –después de andar a salto de mata desde que abandonó la gubernatura sin cumplir su período–, Mario Villanueva fue sometido a un castigo excesivo acusado de nexos con el narcotráfico en la recta final de la presidencia de Ernesto Zedillo; la consigna política fue evidente para muchos.
El ex gobernador tan querido y defendido por los chetumaleños acaparó los titulares desde el inicio de la semana cuando se supo que fue trasladado de regreso al Ceferepsi del estado de Morelos, penal al que calificó como “un infierno”, después de que un juez le negara un amparo para mantenerse en el Reclusorio Norte de la Ciudad de México.
Pero el desencanto por tan mala noticia pronto se transformó en algarabía para familiares y ciudadanos que lo recuerdan con cariño, cuando de manera sorpresiva se confirmó su llegada a nuestra capital y la posibilidad real de que su dolorosa odisea llegue a su fin con la obtención de la prisión domiciliaria que está solicitando su defensa legal debido a su avanzada edad y delicado estado de salud.
El retorno del penúltimo gobernador priista chetumaleño provocó un terremoto en las redes sociales donde numerosos quintanarroenses se volcaron en mensajes de apoyo y afecto hacia Mario Villanueva, festejando la buena nueva. Incluso por medio de Facebook se convocó a darle una bienvenida formal con una serenata con mariachi para este jueves a las cinco de la mañana, propuesta a la que muchos capitalinos se sumaron gustosos.
No es para menos, porque el ingeniero Mario Villanueva se ganó a pulso el cariño de su gente con su liderazgo duro pero cercano al pueblo; nuestra capital tenía a uno de los suyos en el trono del Olimpo y 19 años después lo recibe con los brazos abiertos y con la esperanza de que su historia tenga un feliz desenlace por razones humanitarias, ya que los derechos humanos no deben estar reñidos con la justicia en nuestro país.
Este seis de junio las campañas políticas fueron desplazadas por la avalancha de Mario Villanueva, quien este dos de julio cumplirá 70 años.