¿De verdad desaparecen los partidos?
Los partidos políticos que desaparezcan este 2018 podrán regresar apenas transcurrido un año.
No, ni se irán por mucho tiempo, ni nada los obliga a actuar diferente de como lo han hecho hasta ahora. Los partidos políticos que desaparezcan este 2018 podrán regresar apenas transcurrido un año; así que mientras el lector festina su desaparición, los dirigentes de dichos partidos se encuentran ya planeando el regreso a las arcas públicas.
La Ley General de Partidos Políticos, en su título segundo, capítulo uno, artículos 10 al 19, establece claramente el procedimiento para constituir partidos políticos, sin que establezca limitante alguna para aquellos que pierdan su registro y deseen volver a registrarse; basta con que, en enero de cada año –en este caso sería en enero de 2019, apenas unos meses después de perdido el registro actual- notifiquen a la autoridad electoral de dicha intención y realicen todas las actividades establecidas por ley.
Luego de concluidos los cómputos de la elección federal, se ha especulado si serán dos o cinco partidos políticos los que perderán el registro, basados en la normatividad que establece que deben obtener por lo menos el tres por ciento de votos de la elección. El debate se centra si debe ser el tres por ciento de cada una; es decir, de diputados, senadores y presidente de la República, o tan sólo en una de ellas, el criterio apunta a que es esta última modalidad, es decir, con el tres por ciento en una de las elecciones, de acuerdo al artículo 94 de la misma Ley General de Partidos Políticos.
Lo definitivo, es que tanto el Partido Encuentro Social (PES) y Nueva Alianza (Panal) están condenados a su desaparición –muy probablemente temporal-; en tanto, estarían “en la tablita” también el de la Revolución Democrática (PRD), el Verde Ecologista (PVE) y Movimiento Ciudadano (MC), pero lo que no debe olvidarse es que la laxa normatividad permite la desaparición y constitución permanente, en tanto logren acreditar el 0.26 por ciento del padrón electoral como militancia efectiva.
Lo que falta, por ahora, es que el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) determine, después de concluido el proceso electoral en curso, cuáles serán los partidos que perderán su registro; luego de ello, en enero de 2019 esperar que lo que queda de ellos soliciten de nuevo su constitución, registrando un nombre, declaración de principios, programa de acción y los estatutos que normarán sus actividades y de acuerdo a lo revisado, nada impediría que se llamen igual y sus documentos sean los mismos ¿ve el lector hacia dónde va el tema? Simplemente se van y regresan.