Política y depredación ambiental

Quintana Roo es un éxito turístico a pesar de sus gobiernos y la sustentabilidad.

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Quintana Roo es un éxito turístico a pesar de sus gobiernos y la sustentabilidad que apenas se mantiene es, en infinidad de casos, muy a pesar de las acciones de políticos que posibilitan la depredación, y en Quintana Roo en los últimos días se han frenado intentos lamentables de quienes usan la política para “llevar agua a su molino”, aprovechando la distracción que genera el proceso electoral en curso.

Dos casos destacan recientemente en la entidad turística más importante de Latinoamérica: El primero y más lamentable fue el intento del presidente municipal de Lázaro Cárdenas, Emilio Jiménez Ancona, por autorizar un Programa de Desarrollo Urbano (PDU) que ocasionó polémica a nivel nacional, pues la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) interpuso un recurso en contra del depredador documento, que pretendía posibilitar la urbanización de Holbox, en donde se encuentra la zona natural protegida de Yumbalam.

El “pájaro” como conocen al alcalde –sin duda ave de mal agüero– fue frenado inmediatamente por la Semarnat, pero además el gobierno quintanarroense manifestó su inconformidad a través de la Secretaría de Desarrollo Territorial Urbano Sustentable (Sedetus) porque el documento carece del aval de dicha instancia y hasta el Congreso local llamó a la revocación de tan irregular documento; el munícipe, que no podrá reelegirse y está a meses de abandonar el encargo, simplemente no pudo hacer nada por garantizar algunos “ahorritos” que seguramente ya planeaba.

El segundo ejemplo es positivo, pero aun así preocupante, pues la afectación ambiental hasta ahora no se ha frenado; y se trata del anuncio de la construcción de un complejo hotelero en las inmediaciones de Xcacel, en el centro norte quintanarroense, zona también sujeta a conservación ecológica y que representa el más importante lugar de arribo para desove de la tortuga marina en todo Quintana Roo.

Y aunque la secretaria de Turismo estatal, Marisol Vanegas Pérez, ha asegurado que el complejo será edificado en la zona aledaña y no propiamente en la zona de reserva, grupos ecologistas ya advirtieron del impacto que tendría aun así, considerando que el sitio tiene unos cuatro mil nidos, lo que representa 150 mil crías de tortuga anualmente.

Pues bien, Miguel Ramón Martín Azueta, quien como alcalde de Solidaridad defendió el sitio de la depredación hotelera española, ha anunciado de nuevo que la lucha por preservar el lugar seguirá. Interesante, pues es ahora candidato a la diputación federal por el Distrito 01. Nota el lector la diferencia entre congruencia política y depredación a ultranza, por eso algunos políticos siguen vigentes y otros se aprestan a ser tristes recuerdos.

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