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La iniciativa de Morena propone una regulación nacional para i) la siembra, cultivo, cosecha, producción, transformación, etiquetado, empaquetado, promoción, publicidad, patrocinio, transporte, distribución, venta, comercialización, portación y consumo del cannabis y sus derivados para fines personales, científicos y comerciales, y ii) el control sanitario del cannabis para usos personales, científicos y comerciales.

En cierta forma despenaliza la portación que se restringe hasta el momento, por referencia a la Ley General de Salud, a 5 gramos y establece que toda persona “tiene derecho a portar hasta treinta gramos de cannabis” de forma libre, pero quienes requieran portar más deberán solicitar un permiso al Instituto Mexicano de Regulación y Control del Cannabis, nuevo órgano descentralizado que regulará, reglamentará, monitoreará, sancionará, y evaluará el sistema de regulación de la droga. Muy parecida a la propuesta de 2016 de Enrique Peña Nieto que proponía la portación de hasta 28 gramos.

Se prohíbe a menores de edad y su empleo en actividades relacionadas con la droga; se prohíbe conducir bajo sus efectos.

En contraste, permite sembrar, cultivar, cosechar, aprovechar, preparar y transformar hasta veinte plantas de Cannabis en floración destinadas a consumo personal en propiedad privada, siempre y cuando la producción sea menor de 480 gramos al año y quienes lo hagan estén registrados en un “padrón anónimo” del nuevo IMRCC.

Este mismo organismo emitirá licencias a cooperativas de hasta 150 socios y cada uno podrá producir hasta 480 gramos al año, pero no podrán comercializarla. Igualmente autorizará permisos para uso científico y médico.

También permite producir para uso comercial, sobre los cuales se pagarán impuestos y lo que se venda en territorio nacional deberá llevar al leyenda “Venta autorizada únicamente en México”, pero no habrá publicidad (igual que con los cigarros) y no se podrá vender en forma comestible. Se podrá fumar en lugares públicos, excepto los 100% libres de tabaco. Se otorgarán licencias para puntos de venta autorizados para uso adulto.

Al igual que la iniciativa de Peña de 2016 se excarcelará a las personas susceptibles de beneficiarse de esta nueva regulación. 

En mi opinión, como pasa con muchos temas, esta reglamentación sólo será eficaz si en verdad se supervisa y la sociedad asume un papel responsable. De lo contrario pasará como con el alcohol que en un lugar como Yucatán, donde está restringido, es el de primer consumo en el país y es la adicción que más se relaciona con la violencia y el crimen, además de que es de fácil acceso a menores.

 

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