La capital de Quintana Roo, tan lejos de Dios y en manos de gobiernos municipales ineficientes. Chetumal, sede de los tres poderes cayó en un descuido tal por parte de las autoridades municipales que se declaró contingencia sanitaria y el gobierno del estado tuvo que entrar al rescate.

Y es que aunque suene descabellado, en las condiciones en la que los presidentes municipales han mantenido a Chetumal, más valdría que fuera el estado quien absorbiera la prestación de los servicios y desapareciera el Cabildo, cuyos integrantes se ha enfrascado en una lucha intestina con el actual presidente municipal moreno Hernán Pastrana, quien no ve lo duro, si no lo tupido.

En esa lucha por el poder y obviamente los pocos recursos económicos, se han olvidado de los ciudadanos que los eligieron el pasado 1 de julio, no se han preocupado por brindarles un servicio adecuado y la ciudad luce sucia y abandonada.

Eso sí, las autoridades morenas ya han propuesto aplicar nuevos impuestos e incrementar otros, en algunos casos hasta el 500%, con lo cual ahorcan a los pocos empresarios y hoteleros que sobreviven en Chetumal.

La misma estrategia pretenden aplicar en Benito Juárez, otro gobierno “moreno”, donde también se quieren imponer nuevos impuestos y modificar las tablas catastrales con el único fin de aumentar el pago de impuesto predial.

Volviendo al tema de Chetumal, este martes el gobernador Carlos Joaquín inició con un programa de recuperación de la capital, que consiste en otorgar 10 volquetes para recolectar la basura de la ciudad.

En la campaña participan por lo menos 4 secretarías que ayudarán al gobierno municipal a sacar del bache a la emblemática Chetumal. También se ha anunciado un paquete de obras que supera los 113 millones de pesos para reparar desfondes, repavimentación de calles y reconstrucción en distintos puntos de la ciudad.

Ahora bien, es cierto que el gobierno del estado debe apoyar a dicho municipio por converger ahí la sede del ejecutivo estatal, sin embargo también lo es que los gobiernos municipales capitalinos no han tenido la capacidad de crear estrategias que les permitan bajar recursos, con proyectos viables que ayuden a sacar adelante a la capital.

La corta visión de los gobernantes municipales no les ha permitido ver más allá de endeudamientos y aumentar los impuestos, de ahí que el municipio de Othón P. Blanco esté en quiebra económica y sin servicios públicos.

El panorama para los próximos tres años no es halagador con el gobierno moreno de Hernán Pastrana, puesto que el gobierno del estado no podrá salir al rescate cada que la ciudad caiga en crisis de servicios públicos, tiene 10 municipios más que atender.

Por eso digo que es momento que los miembros del Ayuntamiento hagan un análisis real de sus capacidades, y si realmente podrán responderle a los chetumaleños.

No se vale que la capital del estado luzca como hasta hace algunos días, y además sea la arena de combate entre los regidores y el presidente municipal que, por cierto, no da una.

Hasta la próxima.