Luego de la derrota, una más, que sufrió el PRI el pasado 1 de julio en Solidaridad, desde hace unos días en la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC), se inició con el despido de la mayoría del personal, puesto que el dinero no alcanza para mantener la abultada nómina.

Pero además, hay un ingrediente más que pone al dirigente de la CROC, Martín de la Cruz en un problema, del centro del país le enviaron a todos los delegados sindicales que se encargarán de todas las negociaciones con los hoteleros, es decir, aquellos que negocian las propinas de los trabajadores.

Y es que durante la más reciente campaña electoral, los mismos trabajadores, de manera anónima denunciaron el modus operandi de la CROC para hacerse del 50% de las propinas de los trabajadores, con las cuales, aseguraron, pagaron el trabajo de activismo de las líderes de colonia.

Pero ahora que la campaña ya pasó, la dirigencia nacional de la CROC decidió enviarle 15 delegados a la CROC en Quintana Roo, la mayoría en Playa del Carmen, para que controlen las propinas y todo recurso del cual se puedan hacer.

La crisis económica es grave en el PRI, sangrarán a los sindicatos adheridos a ese organismo político, y los que pagarán las consecuencias son los trabajadores gastrohoteleros.

Por otro lado, Martín de la Cruz, en la alianza conformada con la familia Beristáín, ya tiene preparada una larga lista de sus trabajadores más cercanos para incluirlos en la nómina municipal.

Con ello, a partir del 1 de octubre, la nómina se abultará y no será precisamente con trabajadores que atenderán las necesidades de los ciudadanos, sino con allegados al líder sindical y al Revolucionario Institucional.

Es momento que los dirigentes de partido, sindicales y demás representantes populares, se acostumbren a vivir en una sana medianía, lo cual parece ocurrirá de golpe y porrazo con los integrantes de la nueva legislatura, sobre todo en el Senado donde Martí Batres, presidente de ese órgano legislativo, ordenó frenar las partidas millonarias que recibirían los senadores, ni más ni menos que 392 mil pesos para la compra de auto y equipo de cómputo.

Además, se les eliminarán los seguros gastos médicos mayores, retiro individualizado y todo tipo de prebendas económicas que recibían los senadores. En total la reducción de los ingresos de cada senador, se ha difundido en medios nacionales, será de un 42%.

Lo mismo ocurrirá con los diputados federales, a quienes se les disminuirán todos los privilegios económicos de los que gozaban y que indigna a todos los mexicanos.

Ahora bien, sin tantos privilegios económicos y en la mira de los ciudadanos que seguramente cuestionaran el desempeño de los legisladores, habrá que ver si tales posiciones siguen siendo tan codiciados por los políticos de todos los partidos políticos. Hasta la próxima.