Presidentas municipales o Miss Simpatía
La intolerancia e improvisación en el quehacer gubernamental ha subido de tono
En los casi dos meses de los nuevos gobiernos municipales, la intolerancia e improvisación en el quehacer gubernamental ha subido de tono al grado de pretender callar las críticas de la prensa con distintas estrategias, todas desafortunadas y que solo exhiben la poca preparación de aquellos que gobiernan en los principales municipios de Quintana Roo.
Vamos a empezar por Solidaridad, donde su presidenta municipal ha llegado al punto de reclamarle a los reporteros el porqué de sus cuestionamientos, y tacharlos de desequilibrados.
Y porque decimos lo de desequilibrados, porque hace algunos días la presidente municipal Laura Beristáin, ante el cuestionamiento de los periodistas, les recomendó acudir con el psicólogo del DIF Municipal para que les quitara “el enojo” con el cual, según ella, le cuestionaban su desatinado gobierno moreno.
Fue más allá, a otro comunicador le increpó el porque ha solicitado información a la Unidad de Transparencia sobre su hotel de la avenida 10 de Playa del Carmen.
La forma de conducirse de la primer edil ha provocado que su mismo equipo de prensa evite las entrevistas con los periodistas, lo cual habla de la total incapacidad y falta de preparación de la presidente municipal emanada de las filas de Morena, esto pese a que ya ocupó los cargos de regidora y diputada local.
Por otro lado, en Benito Juárez, Cancún, tenemos a la presidente municipal María Elena Lezama, quien en su conferencia de prensa del lunes pasado, aseguró que por su condición de mujer y provenir de Morena ha sido víctima de críticas por parte de algunos medios de comunicación, sobre todo en redes sociales, y además dijo que no ve el mismo trato para otros gobernantes.
En este punto vale la pena señalar que la presidenta municipal de Puerto Morelos, Laura Fernández Piña, es criticada constantemente en redes sociales y en algunos medios de comunicación impresos, sin que hasta el momento la edil haya dicho que todo se debe a su condición de mujer, de ex priísta, ahora verde y con un pie y medio en Morena.
Tampoco escuchamos ese tipo de quejas de las ex presidentes municipales Paoly Perera, de Felipe Carrillo Puerto; Romalda Dzul, de Tulum, y Cristina Torres Gómez, de Solidaridad, quienes en su momento fueron criticadas en redes sociales y diarios impresos, inclusive objeto de montajes en redes sociales.
Así las cosas con las presidentes municipales morenas que resultaron tener la piel muy sensible, o a lo mejor nadie les ha dicho que el 1 de julio pasado, fueron electas como presidentes municipales, es decir, gobernantes y por ende están sujetas al escrutinio de los ciudadanos a quienes les deben sus jugosos sueldos, y que no fue un concurso de Miss Simpatía. Hasta la próxima.