La música conocida como occidental utiliza el sistema de 12 notas con la nota central del piano, oscilando en la frecuencia de 440 Hertz (vibraciones por segundo). 

La música conocida como oriental utiliza muchos intervalos entre las 12 notas occidentales con un sistema conocido como micro tonos, por eso suena extraño a nuestros oídos, acostumbrados a la música occidental. 

Y también para el oriental, le suena rara la afinación de la música occidental. Antiguamente podría darse cierta diferencia, que radica en cómo la cultura aprecia la música. Además de los diferentes instrumentos que existían. 

Sin embargo, ahora no podemos decir lo mismo. Si escuchas una canción de la cultura pop occidental y lo comparamos con el pop de oriente, nos daremos cuenta que la globalización ha tenido ciertos efectos unificando los estilos de música predominantes. 

Antiguamente oriente se regía por una escala pentatónica, o sea, de cinco notas, mientras en occidente se ocupa una escala de 12 notas conocidas por todos como Do, Re, Mi, Fa, Sol, La, Si, más las cinco teclas negras del piano que hacen un total de los 12 sonidos existentes hoy por hoy. 

Definitivamente toda música tiene su encanto, pero se necesita ser un verdadero buscador de sonidos para poder entender toda la grandeza que guardan ambas culturas. 

Cuando estaba estudiando armonía moderna con mi tío me dijo que el oído es como un paladar. Yo lo voy a educar para aceptar más sabores y en el caso del oído, aceptaré más sonidos, y así la gama será cada vez más grande. 

Recuerdo la primera vez en Japón como espectador del teatro Kabuki, fue lindo, pero a la vez raro, al escuchar lo que se interpretaba sobre el escenario. Un estilo de música llamada nagauta (canción larga) en la que el que canta va acompañado de uno o más shamisen, que son unos instrumentos de tres cuerdas en forma de guitarras delgadas. 

Sentía que me dormía, pero después de varias presentaciones a lo largo de varios años y con grandes explicaciones, logré ir descubriendo su encanto. 

La idea es no saturarnos de un solo tipo de música y abrir el abanico de posibilidades que el mundo nos tiene preparado para escuchar. Así que a no abusar de un estilo y que viva la variedad y que viva la música. Hasta la próxima semana.