La violencia por deporte brotó ayer en Cancún, cuando elementos de la Policía Preventiva de Cancún y de la Policía Ministerial agredieron a nuestro reportero gráfico en plena labor informativa, sometiéndolo, golpeándolo y destruyendo su equipo fotográfico.

Inaceptable esta manifestación iracunda de policías preventivos cuyas energías deben canalizarse a sus funciones tan reclamadas, pero han sido ampliamente superadas por una oleada delictiva que marca el ritmo en este polo turístico.

La agresión ocurrió en el sitio donde fue rafagueado un policía con su familia dentro de su vehículo. Nuestro profesional de la imagen respetó el primer acordonamiento instalado y fue retrocediendo cuando le indicaron que extenderían el cerco, sin dejar de accionar su cámara fotográfica.

Repentinamente un policía preventivo de la patrulla 5549 lo inmovilizó del brazo derecho, mientras otro hacía lo mismo en cuello y brazo izquierdo. El primer policía le lanzó un golpe al brazo y la cámara cayó, y nuestro reportero recibió otros tres golpes en el rostro, hasta que lo desalojaron así, por las buenas.

Para culminar la escena tan reprobable, un policía procesal intentó apoderarse de la cámara, dejando al descubierto las mañas de ciertos elementos de una corporación encargada de combatir el crimen y no practicarlo por deporte, a la vista de muchos testigos.

La policía de Cancún y la Policía Ministerial tienen que enfocar sus baterías contra una delincuencia que les está ganando la batalla en las calles de este polo turístico, pero en lugar de concentrarse en esta delicada tarea algunos de sus elementos descargan su violencia contra profesionales de la comunicación que desempeñan su labor para informar certeramente a la sociedad.

Mientras nuestros policías agreden periodistas, dos de los principales países que nutren de clientes a la industria turística quintanarroense, Estados Unidos y el Reino Unido, mantienen en los portales electrónicos de sus servicios consulares sendas alertas en contra Cancún y Playa del Carmen por hechos violentos ocurridos en lo que va de 2017, causando genuina preocupación al sector empresarial, que empieza a presionar al gobierno para que se instale un mando único policial.

El gobierno estadunidense fue el primero en reaccionar, pues en el sitio de Internet de su consulado en la sección de Mensajes Locales de Seguridad mantienen desde el pasado mes de enero dos “avisos” contra Cancún.