Quintana Roo, imán de migrantes
En los últimos años, las políticas migratorias de Estados Unidos han experimentado un endurecimiento notable...
En los últimos años, las políticas migratorias de Estados Unidos han experimentado un endurecimiento notable, lo que ha dejado a miles de migrantes en una encrucijada.
Muchos ya no ven viable la opción de cruzar al norte, y ante esta realidad, comienzan a buscar alternativas en otras partes del continente. Quintana Roo, conocido por su pujante industria turística, se ha convertido en una de esas alternativas.
Actualmente, el número de migrantes que deciden quedarse en el estado, después de haber intentado llegar a Estados Unidos sin éxito ha ido en aumento, al igual que la demanda de servicios.
Este fenómeno refleja un cambio de rumbo para quienes solían ver a Estados Unidos como el único destino posible para mejorar su calidad de vida. Ahora, ante las restricciones migratorias, muchos migrantes provenientes de países como Venezuela, Cuba y Nicaragua están encontrando en Quintana Roo una opción viable para quedarse, trabajar y construir una nueva vida.
De hecho, el número de atenciones brindadas por la organización Cisvaq ya supera las 500, con un aumento considerable desde que Donald Trump asumió la presidencia en 2017, y se prevé que este flujo se intensifique en los próximos meses.
Lo más interesante de este fenómeno es que, en comparación con años anteriores, donde solo un 18% de los migrantes decidían quedarse en México, la tendencia parece haber cambiado.
La situación en Estados Unidos está llevando a más personas a replantearse su destino, y Quintana Roo, con su fuerte vinculación con la industria turística, se está posicionando como un punto de esperanza. Para muchos de estos migrantes, Cancún y la Riviera Maya son sinónimos de una oportunidad laboral, especialmente en el sector turístico, donde las posibilidades de empleo y mejores salarios son más accesibles.
El impacto que está teniendo este fenómeno en la región es significativo. Esta nueva realidad está empujando a muchas personas a quedarse en México, buscando una oportunidad que, aunque no esté relacionada con el “sueño americano”, sí les permita mejorar su calidad de vida.
En este contexto, los próximos meses serán clave. Se espera que en abril y septiembre se registre un aumento aún mayor de migrantes, debido a que los plazos para el estatus de protección temporal, otorgado por la administración de Biden, están por vencerse. Esto podría llevar a más personas a ser deportadas desde Estados Unidos y, en su paso por México, optar por quedarse en el país. Quintana Roo se ve cada vez más como una opción viable, no solo como un punto de paso, sino como un lugar para comenzar de nuevo.
Sin embargo, este fenómeno también plantea retos. Si bien es cierto que el estado podría beneficiarse de la mano de obra migrante, especialmente en sectores como el turismo, también es crucial que las autoridades y las organizaciones locales establezcan políticas adecuadas para garantizar la integración de estos migrantes de manera digna. La infraestructura, los servicios básicos y la educación deben adaptarse para responder a las necesidades de esta creciente población.
Quintana Roo se está convirtiendo en un nuevo destino para aquellos que, ante la imposibilidad de cumplir el sueño americano, buscan una oportunidad en México. A medida que más migrantes elijan quedarse, el estado tendrá que ser capaz de adaptarse a este fenómeno, no solo en términos laborales, sino también en lo social y lo cultural. Sin duda, lo que está sucediendo hoy podría ser solo el inicio de una nueva etapa para Quintana Roo, marcada por la diversidad y la llegada de personas dispuestas a hacer de este lugar su nuevo hogar.
¿Estará Quintana Roo preparado para atender la ola de migrantes?