Entre la espada y la pared se encuentra el Partido Verde Ecologista en Quintana Roo con el espinoso tema de la prohibición de los delfinarios que impulsan a nivel federal, asunto muy delicado para la entidad que ostenta el mayor número de estos centros recreativos en el país y que constituyen una parte importante de la economía turística local.

Tal iniciativa, que empezó a cocinar el Verde desde el año pasado para ganarse el favor de las agrupaciones ambientalistas y defensoras de animales, causó tal controversia que la sesión en la que sería sometida a votación fue reventada por diputados del PAN y PRD principalmente

Entre las que alzó fuerte la voz estuvo la diputada federal del PAN, Patricia Sánchez Carrillo, quien en sus redes sociales publicó un video y una dura crítica al diputado Verde Jesús Sesma Suárez, coordinador de su bancada y principal impulsor de la prohibición, al que calificó como un irresponsable y “pseudo” legislador porque esta medida afectaría a más de 15 mil trabajadores de forma directa e indirecta tan sólo en Quintana Roo.

Paradójicamente, otro de los diputados federales que mostró una férrea oposición a esta iniciativa fue Mario Machuca Sánchez, priista que se quedó con una curul de los tucanes como suplente de Remberto Estrada Barba.

Machuca Sánchez opinó que la iniciativa del Verde es extremista porque pretende acabar con los delfinarios, lo que atenta contra la industria turística quintanarroense, por lo que anticipó que se creará un frente nacional para que no pase esta reforma, involucrando a la Asociación Mexicana de Hábitats para la Interacción y Protección de los Mamíferos Marinos que agrupa a los delfinarios.

Los diputados locales del Verde –muchos de ellos ligados al sector turístico– se han manifestado a favor de la iniciativa con timidez, quizá porque no tienen claras las consecuencias políticas que les acarrearía como partido a nivel estatal.

La única que respondió con fuerza a las críticas de la panista Patricia Sánchez fue la diputada Tyara Schleske, quien lo dijo así: “Que pena que existan todavía mentes tan retrógradas que en vez de llevar a la humanidad hacia delante mediante el respeto no sólo entre los seres humanos sino entre todos los seres vivos, quieran por el contrario justificar el maltrato animal y desprestigiar el trabajo y amor que muchos sí sentimos y hacemos por nuestros animales”.

Pero no todos los miembros del Verde muestran el mismo convencimiento y la mayoría ha optado por el silencio, tratando de no salir raspados.