Recobrando el brillo
A los 125 años de la fundación de Payo Obispo, hoy Ciudad Chetumal, los chetumaleños reflexionan sobre su historia...
A los 125 años de la fundación de Payo Obispo, hoy Ciudad Chetumal, los chetumaleños reflexionan sobre su historia, su presente y futuro, en busca de revivir los tan añorados años dorados de la capital quintanarroense.
Tuvo épocas de esplendor, con la explotación de la madera, el chicle y, más adelante, con el comercio de productos de importación libres de aranceles, lo que fue conocido como la fayuca que, pese a lo que se cuestione, puso a Chetumal en el mapa de la economía sur sureste del país.
Pero más allá de la cuestión comercial, ¿a qué se refiere cuando se habla del brillo de Chetumal? El asunto podría estar más relacionado con cuestiones políticas y de poder, el poder que tenía la capital al ser la tierra de los fundadores de este gran estado que es Quintana Roo.
En esta ciudad se asentaron los poderes del estado, vio nacer al Comité Proterritorio y más adelante, a la primera legislatura constitucional. El primer gobernante fue chetumaleño, con Jesús Martínez Ross, y todas las leyes y decretos fueron creados desde el punto de vista de los chetumaleños.
Más tarde, se presenta la detonación de la zona norte del estado, específicamente hablando de Cancún, la cual se convirtió en un poderoso imán que atrajo a muchos chetumaleños que se fueron a radicar en ese polo turístico, aprovechando el boom turístico.
La debacle de la capital del estado se ve cuando se analiza que de los nueve gobernantes que ha tenido Quintana Roo, sólo tres han sido chetumaleños; los demás, cinco han sido de Cozumel y ahora con Mara Lezama, de Cancún.
Hoy la capital no sólo enfrenta problemas de inseguridad que antes no se veía, sino que además no se ven cuadros políticos fuertes como antaño, hoy escasea la lealtad y el liderazgo en este rincón del sur quintanarroense.
La actual administración de la gobernadora Mara Lezama está haciendo su parte, como ella dice, para recobrar el brillo a la capital del estado: gestiona recursos, baja proyectos de inversión, se declara a Chetumal primer barrio mágico de México, se remodela el Aeropuerto Internacional de Chetumal, se crea una estación de carga, se vincula a la capital con el Tren Maya, entre otros, pero a los chetumaleños les toca hacer su parte, una tarea que tiene que ver más con empoderamiento político que con negocios, sólo así volverá el brillo completo para la capital.
Que las nuevas generaciones no se enajenen del acontecer político, que se preparen para que no vengan de otros estados a ocupar los cargos en la administración pública que dirigen a los destinos de las familias, como ocurrió con los famosos poblanos en el gobierno joaquinista.
¿Está Chetumal más cerca de volver a brillar?