Luego de que el viernes el Senado de la República aprobara la reforma al Infonavit, que entre otras cosas da luz verde para que el instituto pueda construir vivienda, analistas consideran que algunos cambios pueden traducirse en opacidad y discrecionalidad en el uso de los recursos de los trabajadores.

La reforma “fue sorpresiva por la parte de la administración y gobernanza del propio instituto. Esperábamos las reformas con relación a la empresa constructora y la parte de arrendamiento del Infonavit. No esperábamos estos cambios tan abruptos”, comentó Alberto Moreno, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de la vivienda (CANADEVI).

“Es un parteaguas muy importante en cómo se vienen las cosas en las auditorias, planeación, revisó de riesgo porque todo queda en manos del gobierno”, agregó.

“Lo que hace esta reforma es quitar todos los candados para que puedan manejar libremente los recursos del instituto. Limitas las facultades que tenía de ser un órgano tripartita. Con esto, le quitan poder a los representantes de los trabajadores y a los empresarios porque todos los comités del Infonavit el gobierno se queda con mayoría”, dijo por su parte Fernando Soto-Hay, fundador y director general de Tu Hipoteca Fácil.

El gobierno ha asegurado que con los cambios a la Ley del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), se tendrá un mayor control y vigilancia sobre los recursos de los derechohabientes; sin embargo, especialistas en materia de cumplimiento indicaron que, con las modificaciones, se pierde transparencia y gobernanza en el organismo.

De acuerdo con un posicionamiento de la Asociación Mexicana de Profesionales de Ética y Cumplimiento (AMPEC), dentro de la iniciativa del Ejecutivo existen tres aspectos claves que generarían riesgos de opacidad dentro de la gobernanza del Infonavit, tales como la creación de una constructora para la edificación de vivienda, el esquema de renta con opción a compra y la concentración del poder por parte del gobierno federal.

“Con ello (la reforma) el Infonavit pierde transparencia y gobernanza, y queda en manos de un solo controlador, el gobierno federal”, se puede leer en un desplegado de la AMPEC. Respecto a la filial constructora, que apoyaría la meta de construir 500,000 viviendas por parte del Infonavit, la AMPEC detalló que la constitución de la empresa aumentaría el riesgo de posibles conflictos de interés no declarados y sobreprecios en los materiales.

Asimismo, en la parte del esquema de arrendamiento con opción a compra, la AMPEC apuntó que sería una medida discrecional que pudiera causar confusión, con el riesgo de un potencial tráfico de influencias.

Un punto clave de dicha iniciativa, actualmente atorada en San Lázaro, es el cambio en el modelo de gobernanza del organismo, donde el gobierno tomaría mayor relevancia en el tripartismo respecto a los sectores laboral y patronal.

Al respecto, la AMPEC apuntó que, en caso de aprobarse la iniciativa en los términos planteados, se constituiría una concentración del poder en una sola entidad, en lugar de un adecuado uso y aplicación de los recursos del Infonavit por medio de decisiones consensuadas entre los tres sectores.

La AMPEC destacó que, en la discusión y análisis de la iniciativa, se buscará proponer mecanismos de control y vigilancia que queden plasmados en el dictamen, con el fin de garantizar el uso adecuado de los recursos, que son de los trabajadores que aportan al Infonavit.

Los cambios. Entre los cambios en la forma de operar del instituto está el que el director general será nombrado por el presidente de la República. Actualmente se necesita que la Asamblea General avale la propuesta del titular del Ejecutivo.

La reforma da el derecho de voto al director general en resoluciones que no sean aprobadas por unanimidad en el Consejo de Administración o por la Comisión de Vigilancia del Infonavit. Se reduce a 30 integrantes la Asamblea General, con 10 representantes de cada sector: obrero, patronal y del gobierno. El Consejo General tendrá 12 integrantes y no 15, cuatro de cada sector.

La Comisión de vigilancia tendrá nueve integrantes; cinco del gobierno, dos representantes de los grabadores y dos más de los empleadores. Los Comités de Auditoría y de Transparencia tendrán cinco integrantes cada uno. En ambos casos tres integrantes serán del gobierno federal, uno de los patrones y uno de los trabajadores.

“Es preocupante porque, ¿en qué parte del mundo se ha escuchado que el director general esté por encima del consejo de administración y por encima de la asamblea? Es lo que aprobaron”, alertó Fernando Soto-Hay.

“El Infonavit nació como un tripartismo igualitario y paritario. Es una forma unilateral de control y dirección, es un control absoluto del instituto sin poder algún cuerpo colegiado decir que ‘no’. Siempre en una votación, van a ser avasalladores los votos (del gobierno) y no va a servir de nada”, lamentó Moreno.

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Al preguntar si hubo diálogo con el gobierno previo a la aprobación de la reforma, Alberto Moreno respondió que sí hubo un acercamiento en materia del Infonavit Constructor, pero “nunca hubo un diálogo con relación a la gobernanza y cambios estatutarios de dirigir al Infonavit”, refirió.

Es importante subrayar que el dinero que hay en el Infonavit no es del gobierno, sino de los 22.5 millones de trabajadores formales que tienen subcuenta de vivienda. Además, hasta junio de 2024 se contabilizaban 77.7 millones de subcuentas de vivienda administren el Infonavit, de acuerdo con datos de Banco de México, CONAVI y el instituto.

Hay que dejar en claro que el dinero que maneja el INFONAVIT es dinero de los trabajadores y de los patrones, es decir, es dinero privado y no forma parte del patrimonio gubernamental.

“Todos los espacios de corrupción que se fueron quitando, pueden volver a llegar porque no hay una auditoria y, los cuerpos de revisión no van a servir más que de ornato”, lamentó el dirigente de la CANADEVI.

“¿Qué se tiene que hacer? Mantener el consenso con los tres factores de gobierno del Infonavit, respetarlo, ejecutar en forma impecable, realmente combatir la corrupción y no ver al instituto como el botín del director general en turno, verlo como un mecanismo de generación de riqueza para los trabajadores”, señaló Soto-Hay, quien participó en la creación del programa Responsabilidad Compartida.

Opacidad y discrecionalidad. Los entrevistados coincidieron en señalar que estos cambios, la falta de contrapesos en el tripartismo del instituto que dirige Octavio Romero, hay riesgo tanto en opacidad y discrecionalidad en el manejo de recursos del instituto.

“La opacidad de un Infonavit constructor puede ser altísima, porque va a haber varias obras en todo el país. Llevar las normativas y los controles y esas normatividades a donde no se fugue el dinero, es imposible. Va a ser una situación muy complicada que va a dañar al instituto -las cuentas de cada uno de los trabajadores”, sostuvo el presidente de la Canadevi.

Para Soto-Hay, el decir que la constructora del instituto tendrá un gobierno corporativo “es una tomadura de pelo porque al final del día va a ser: se va a construir como yo diga, a la hora que diga y como diga, sin que nadie pueda revisar lo que estoy haciendo”. “El fondo de toda esta reforma es otorgar la discrecionalidad para el uso de los fondos de los trabajadores”. Habrá que defender en tribunales la correcta aplicación de los recursos de trabajadores y patrones.

¡A todos mis amables lectores, como siempre, les agradezco su atención y les deseo un muy feliz y próspero Año Nuevo 2025!