Los pendientes de AMLO

Acostumbrado a ganar el debate de las declaraciones y el posicionamiento de la agenda política...

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Acostumbrado a ganar el debate de las declaraciones y el posicionamiento de la agenda política, el presidente López Obrador ha dado cátedra en los últimos años de cómo comunicar, qué temas socializar y qué argumentos emplear para arrancar a la opinión pública y a la oposición, la posibilidad de deslizar siquiera un tema de interés en la comunicación política.

Las conferencias matutinas que realiza cambian de manera repentina la discusión en desayunos y cafés, pues cuando un tema se encuentra en el clímax de la comentocracia, el presidente de la República desliza otro tema de igual o mayor envergadura que entonces abre el espacio de la opinión pública con pocos datos a la mano y con la polarización de las redes sociales de por medio.

La denominada “estrategia contra el huachicoleo” ha sido el tema acaparador por lo menos en los últimos 15 días y su constante discusión en medios tradicionales y redes sociales ha obligado a utilizar información cada vez más técnica y especializada por parte de los funcionarios de las instancias como Pemex, Secretaría de Energía, el Ejército y Marina.

El desconocimiento de los temas específicos ya ha hecho mella entre el gabinete presidencial pues demuestran falta de preparación y hasta de interés en comunicar más y mejor. En esa coyuntura, han descobijado al presidente, quien cada vez comete más hierros al micrófono dejándolo mal parado en la estrategia de comunicación que tradicionalmente dominó y lo llevó a la Presidencia de México.

Lo grave es que, en la intención de continuar con un solo tema, el Gobierno de México ha dejado de lado temas de alta relevancia para la vida pública del país y las organizaciones ciudadanas aumentan su incertidumbre en las políticas públicas que adoptará la Cuarta Transformación.

La educación pública pende de un hilo pues la prometida “cancelación de la reforma educativa” no ha sido aprobada por el Legislativo y aún llevándolo a cabo, no existe un esquema definido en un tema toral como lo es el más grande flagelo de este país: la educación y el abatimiento de la ignorancia.

La economía y el comercio exterior no parecen estar en la agenda inmediata del presidente y la cancelación al Foro Económico Mundial de Davos es el más claro síntoma. Si bien es cierto la gobernabilidad apremia, para ello existe un gabinete que debería encargarse de cada tema de manera especializada, pero su ausencia denota una falta de estrategia cierta.

Otro tema sensible son los niños y niñas, así lo han señalado periodistas como Katia D´Artigues pues a un mes y medio de administración, no ha habido anuncio alguno de la educación de primera infancia, discapacitados y diversos sectores del cuidado infantil que claman por una definición del gobierno.

Sin duda hay acciones prioritarias, pero la comunicación de los planes y acciones del gobierno federal no puede depender sólo y únicamente, de las conferencias mañaneras de López Obrador, es momento que su gabinete salga también a difundir lo que sea que estén haciendo.

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