Tantas veces va el cántaro al agua...

Andrés Manuel López Obrador es un amante de la historia y la sabiduría popular...

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Andrés Manuel López Obrador es un amante de la historia y la sabiduría popular, sus discursos, desde los templetes más simples en sus tiempos de protesta, hasta la tribuna más alta de la nación en su toma de protesta como presidente de México, han estado inundadas de refranes y dichos populares que lograron de a poco, la suma de miles de seguidores por su carácter populachero.

Desde frases como “La venganza no es mi fuerte” hasta el “me canso ganso” y la “prensa fifí”, López Obrador ha hecho uso elocuente y maestro de esas expresiones con el fin de dejar a un lado las solemnidades del poder y los ritos a los que el pueblo mexicano estuvo acostumbrado durante tanto tiempo y que logran una exposición terrenal del poder presidencial al ciudadano.

Pero a casi cuatro meses de administración, la propia sabiduría popular sirve de marco para entender su actuar y las posibles consecuencias de sus decisiones, positivas muchas, por cierto, pero con graves impactos otras de ellas.

En materia de política exterior, las definiciones tomadas en las relaciones con países como Venezuela han puesto en alerta las relaciones con otras naciones. España ha sido un abierto crítico del régimen de Maduro y sumar a ello un reclamo histórico para una disculpa pública por actos de la conquista española sobre territorio mexicano minan el camino de una buena relación diplomática entre ambas naciones.

La situación no topa en ello, son miles de millones de dólares los que el empresariado español ha invertido en México y Quintana Roo es fiel reflejo de ello con grupos hoteleros como Iberostar, Barceló, Palladium y Riu. El maltrato que han sentido los empresarios extranjeros es tal, que la mayoría de ellos han decidido detener sus inversiones hasta observar estrategias definidas por la 4T en ese rubro.

No es casualidad que Andrés Manuel haya anunciado – y no Carlos Slim – la decisión de éste de retirarse del mundo de los negocios en este sexenio. ¿De verdad el hombre más rico de México se irá a descansar y sus empresas abonarán al entorno económico social?

Lo que parece es una maniobra de control por parte del gobierno. Slim sabe que es un error enfrentarse con el presidente y matizará su estatus empresarial a deseo de López Obrador. ¿Pero estará dispuesta toda la iniciativa privada a cumplir los caprichos de AMLO? Como dice el refrán, tanto va el cántaro al agua hasta que se rompe, y la consecuencia no la pagarán los más ricos ni los poderosos del sistema, seremos usted y yo nuevamente quienes suframos las consecuencias.

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