Quintana Roo, entre el reconocimiento y la indiferencia
Si no fuera por la zona turística de Quintana Roo, es decir Cancún, Playa del Carmen y Tulum...
Si no fuera por la zona turística de Quintana Roo, es decir Cancún, Playa del Carmen y Tulum, en el sureste de México no habría desarrollo, polos turísticos que han dado cobijo a por lo menos un millón de personas de los estados vecinos y del centro del país.
Tal aseveración no es de su servidora, si no del mismo presidente de la república Andrés Manuel López Obrador pero, y ahí está el pero, las playas de este bello estado están llenas de sargazo y a tal problema no se le dio la importancia que merece en la visita del domingo y lunes del jefe del ejecutivo federal.
Y es que si no fuera por sus playas y demás atractivos naturales, la entidad no habría despegado y no habría sido el refugio de miles de personas de México y el mundo, playas que ahora están contaminadas por el alga, problema que llegó para quedarse.
En la conferencia del lunes por la mañana, luego de repetir que el recale del alga es un problema menor, el presidente de la república dijo que se invertirán 52 millones de pesos para atender el tema del sargazo, y que ya están en construcción dos barcos para atender la contingencia.
Sin embargo, el tema aquí es la demora en su atención, ya que el primer barco que construye la Secretaría de Marina estará listo en dos meses, mientras que para los próximos días está previsto la llegada a Quintana Roo parte de la isla de sargazo que es más grande que Jamaica.
La aseveración del jefe del ejecutivo federal en el sentido que no es “gravísimo” el recale del alga y lo comparó con la basura que se genera en la Ciudad de México, cayó como bomba a los prestadores de servicios turísticos y pescadores, inclusive han grabado videos en los grandes acumulamientos del sedimento marino que, dicho sea de paso, al descomponerse despide un olor fétido que aleja a todo visitante a las playas.
Ahí le dejo un dato, Quintana Roo es el principal destino turístico de México con 17 millones de turísticas internacionales, y una derrama económica de más de 14 mil millones de dólares para todo el país.
Como sea, el caso es que si bien hubo aplausos y reconocimientos al gobernador Carlos Joaquín por la neutralidad mostrada en el proceso electoral pasado y no involucrarse para inclinar la balanza a favor de los candidatos oficiales, la respuesta para atender la contingencia por sargazo no fue la esperada por los quintanarroenses. Hasta la próxima.