2020, renovarse o morir
Se está a punto de concluir el 2019 y se entra, en el 2020, a un año preludio del proceso electoral...
Se está a punto de concluir el 2019 y se entra, en el 2020, a un año preludio del proceso electoral, donde los partidos deberán fortalecerse al interior y exterior a fin de poder enfrentar, algunos a sus rivales más fuertes y, en otros casos, mantener los espacios logrados en la elección del 2018.
Si bien falta prácticamente un año y medio para las elecciones del 2021, en política ese lapso de tiempo no es nada cuando se trata de preparar cuadros, estructura y estrategias para salir vencedores el día “D”, es decir, de las elecciones.
En Quintana Roo, al igual que en el resto de las entidades del sureste del país, en el 2018 se pintaron de guinda al darle el triunfo total a Morena y sus candidatos a senadores y diputados federales.
En el caso de las presidencias municipales la situación fue distinta, pero Morena ganó las dos principales ciudades turísticas, Benito Juárez (Cancún) y Solidaridad (Playa del Carmen), además de la capital del estado, Othón P. Blanco, que si bien turísticamente no ha sido explotada, es donde se asientan los tres poderes, el ejecutivo, legislativo y judicial.
Sin embargo, en esos tres municipios Morena ha dejado mucho que desear, sobre todo en Solidaridad y Othón P. Blanco donde a los presidentes municipales se les han enfrentado y desconocido hasta los regidores de sus propios partidos, esto derivado de los desatinos en la toma de decisiones y aplicación de los recursos.
En esos dos municipios los presidentes municipales están a punto de darle la estocada final a sus habitantes, a aquellos que los eligieron en el 2018, y es por el incremento de impuestos.
En Solidaridad se aumenta el impuesto predial, y en Chetumal se cobrará por la recolección de basura, claro esto en caso de que sea avalado por la mayoría de los diputados que conforman la XVI Legislatura.
Pero además, en esos dos municipios y en Benito Juárez, no se ven figuras fuertes para suceder a los actuales gobernantes, lo cual indica que, una vez más, solo le apostarán al efecto Andrés Manuel López Obrador, quien en la ola que provocó en el 2018, le dio el triunfo a personajes impresentables como Laura Beristaín en Solidaridad, cuyo gobierno ha superado, por mucho, las malas prácticas de los priistas.
En el caso del Partido Acción Nacional (PAN), y su aliado el de la Revolución Democrática (PRD), tienen la oportunidad de recuperar espacios, sobre todo en Solidaridad donde la ex presidente municipal y ahora diputada local, Cristina Torres, realizó un buen gobierno que le permitió pasar de 25 mil votos logrados en el 2016, a 36 mil en el 2018, perdiendo por poco margen ante Morena.
Así las cosas para los partidos políticos que deberán renovarse, o morir. Hasta la próxima.