Si bien la XVI Legislatura tiene como emblema el de la paridad de género, inició en septiembre pasado sin la representación de mujeres en la Junta de Gobierno y Coordinación Política, la cual se integró con ocho hombres, y no fue sino hasta semanas después cuando se incluyó a la primera mujer, la diputada Atenea Gómez Ricalde, como coordinadora de la bancada del Partido Acción Nacional (PAN).

Ahora bien, a mediados de diciembre pasado, se sumó la segunda mujer, la diputada morena Reyna Durán, quien asumió ni más ni menos que la presidencia de la Jugocopo, con lo cual pasa a ser la segunda dama en ocupar el principal cargo de poder y control en uno de los poderes de Quintana Roo, en este caso el legislativo.

Haciendo historia tenemos que la primera en llevar las riendas del poder legislativo, cuando existía la todopoderosa Gran Comisión, fue la chetumaleña Rosario Ortiz Yeladaqui, política que ha ocupado diversos cargos en los gobiernos emanados de ese mismo partido.

No hay que olvidar que en la XIV Legislatura, por un breve tiempo, ocupó ese cargo la también priísta Judith Rodríguez Villanueva, quien ahora nuevamente alcanzó una curul representando al tricolor.

Ahora bien, el reto no es menor para Reyna Durán, sobre todo porque representa a la llamada 4T, además que seguramente y por el hecho de ser mujer, será sometida a un escrutinio mucho mayor al de los hombres, cuyos errores fácilmente son olvidados, lo cual no ocurre con las mujeres más aún si se ocupa la silla principal del llamado curvato de Punta Estrella.

Como dije, los retos son grandes para las mujeres que ocupan un espacio de poder y, a como van las cosas, Reyna Durán podría ser la única que presida la recién creada Junta de Gobierno y Coordinación Política, si analizamos el hecho que en el segundo año de la XVI legislatura, asumirá la presidencia el Partido Verde, para cuyo espacio se perfila ya la figura del diputado Gustavo Miranda.

En el tercer año, en el último de la actual legislatura, la presidencia de la Jugocopo será para Acción Nacional (PAN), y ahí se mira ya el diputado Eduardo Martínez Arcila, quien fue el encargado de desaparecer la Gran Comisión y dar paso a la actual Junta de Gobierno.

Así las cosas en la XVI, la de la paridad de género, donde solo una mujer podría ser quien ocupe la tan codiciada silla del poder los tres años que dure. Hasta la próxima.