Sanguijuela en la Oficialía
Los propios trabajadores de la Oficialía Mayor han denunciado sus excesos en múltiples ocasiones.
La limpia de funcionarios relacionados con el gobierno de Roberto Borge Angulo y con el siniestro "doctor" Eliezer Villanueva Lanz, amo y señor de las finanzas turbias en el estado durante los dos sexenios pasados, no ha acabado con todas las rémoras del presupuesto, pues de forma inconcebible algunos sujetos de cuestionable trayectoria se han mantenido en sus cargos, realizando los mismos negocios de siempre al amparo de los nuevos mandamases.
Tal es el caso de Evert Canto Garrido, quien fue incrustado en la Oficialía Mayor como secretario particular del Director de Administración por órdenes de Eliezer Villanueva, ya que junto con su esposa, la ex directora de Recursos Humanos de esa dependencia, Carmita Ramírez Sánchez, formaba parte de la red de corrupción tejida por el "doctor”.
De ser un simple trabajador de servicios generales del gobierno, encargado de montar tarimas y cargar cubetas de pintura, Canto Garrido pasó a convertirse en poco más de un lustro en uno de los funcionarios más adinerados de Chetumal, con propiedades en exclusivos fraccionamientos, vehículos de lujo, y recientemente se convirtió en empresario al instalar una popular franquicia de bebidas orientales en la ciudad de Mérida, Yucatán.
Los propios trabajadores de la Oficialía Mayor han denunciado sus excesos en múltiples ocasiones, acusándolo de ser el operador de compras y adquisiciones de la Oficialía Mayor, encargado de rendir cuentas a Villanueva Lanz.
Y por lo visto lo sigue haciendo con este nuevo gobierno, pues pese al papel que jugó en la red de corrupción del borgismo y la riqueza mal habida que ostenta, que no corresponde para nada a su salario, se mantiene en el mismo puesto, realizando los mismos negocios, y no ha sido iniciado ningún tipo de investigación legal en su contra.
Manuel “N”, trabajador de confianza de la Oficialía con más de 18 años de servicio, dijo lo que muchos piensan: "Da mucho coraje que a compañeros con años de servicio nos estén exigiendo la renuncia por haber trabajo en el gobierno borgista, cuando gente como Evert Canto a calor de su mujer y del doctor Eliezer se enriquecieron groseramente y hasta hoy no hay quien haga una investigación en su contra pese que existen pruebas para procesarlo, todos en el gobierno saben que Evert y su mujer cada semana se reunían en el restaurant el Faro del Boulevard con el doctor Eliezer para darle cuentas y entregar los diezmos recabados”.
De manera inexplicable, el Oficial Mayor Manuel Alamilla Ceballos ha protegido a Evert Canto.