Las amenazas que lanzó Roberto Palazuelos contra todo aquel que le ha criticado, entre otras revelaciones, pararon de pestaña a más de uno al interior del partido Movimiento Ciudadano, además que mostró el carácter del precandidato a la gubernatura por ese partido.

Fueron tantas las alarmas que se prendieron en el primer círculo del actor que quiere gobernar Quintana Roo, que el mismo precandidato tuvo que redactar una explicación y disculpa por lo dicho en una entrevista en el centro del país.

Los focos rojos que se prendieron en Movimiento Ciudadano, han llegado a tal intensidad que en ese partido ya consideran, seriamente, bajar a Palazuelos de la precandidatura, lo cual se verá en los próximos días, inclusive puede ser mucho antes del registro de candidatos, lo cual será en el próximo mes, es decir, en marzo.

De la situación de riesgo de perder la candidatura está conciente el mismo actor, e inclusive en eventos realizados en Chetumal, capital del estado, reconoció que en estos momentos su candidatura en el partido naranja no está segura e inclusive dijo que si “brinca ésta” será el próximo gobernador, lo cual está por verse pues se enfrenta ni más ni menos que a Morena y aliados con Mara Lezama como su candidata.

Ahora bien, lo que aquí vemos es el verdadero carácter del empresario y actor, quien ha aclarado en muchas entrevistas que no es político, sino un abogado que ahora quiere la gubernatura, lo cual explica cabalmente su reacción a una serie de críticas en la entidad generadas por sus mismas declaraciones en entrevistas a medios de comunicación en el centro del país.

Y es que Palazuelos es de ese tipo de personaje totalmente distintos a los políticos tradicionales que participan en los procesos electorales, es de aquellos que no se manejan con un guión ni escuchan un consejo o sugerencia, o al menos así lo ha demostrado en estos días de precampaña.

Ese exceso de personalidad es lo que han visto en el partido Movimiento Ciudadano, donde ya sacan cuentas sobre el  número de diputaciones que podrían ganar bajo el efecto Palazuelos y el incremento de las prerrogativas que otorga el órgano electoral local.

Pero en política todo puede pasar, y lo que hoy aman los votantes, mañana podría ser aquello que genere miedo o repudio en el electorado ante un aspirante a gobernador reaccionario y vengativo. Hasta la próxima.