Sin votos ni discurso
En gran parte del país a la oposición no le alcanzan los votos. No le alcanzaron en junio ni le alcanzan ahora...
En gran parte del país a la oposición no le alcanzan los votos. No le alcanzaron en junio ni le alcanzan ahora en los Congresos y en los Cabildos. Quintana Roo es un ejemplo claro: el carro completo de la 4T se aplica a rajatabla. Así es el juego político.
El problema es que tampoco le alcanza el discurso: no le alcanzó en las campañas electorales y no le alcanza hoy, cuando ya operan los gobiernos. Se ve que propuestas, iniciativas y disposiciones innumerables del oficialismo no se someten a debate porque es prácticamente intrascendente lo que se manifieste en contra. Con el quórum pareciera que basta.
El debate sobre los grandes temas debió darse en la campaña, pero la oposición recurrió a otra estrategia, de golpeteo: fallida e insuficiente, resumen distintas voces en Morena.
En Quintana Roo hablaron muchos meses antes de las elecciones de una "mega alianza" y de candidatos disruptivos, que no se vieron. Cabe recordar que el PRD se salió de última hora de ese pacto, y pagó las consecuencias. El Movimiento Ciudadano nunca quiso sumarse. Es decir, la oposición caminó siempre desarticulada; y hoy, frente a las adversidades propias del poder que ejercen desde el oficialismo, caen rendidos otra vez.
Salvo excepciones, como lo que pasa en Chetumal. Pero la capital también sirve de ejemplo, porque el PAN prefirió no aliarse en el Cabildo con el MC, que sí es una fuerza gravitante, y nuevamente la oposición permanece dispersa, con un discurso, que si bien contrasta y resulta interesante en determinados asuntos, ha sido insuficiente desde el día uno para cambiar la pesada realidad. Tal vez después. Probablemente, es más un plan a largo plazo. Ya lo veremos.
Otro ejemplo es el PAN, que parece ya mirar de lejos al PRI en esta coyuntura política, en el país y en Quintana Roo. Parte del tricolor ya permitió a la 4T el quórum en las Cámaras y en el estado se les ve más distanciados a esos partidos que fueron socios en el proceso comicial.
La alianza electoral podría llevarse a la agenda legislativa, pero no ha sido el caso. En el Congreso de Quintana Roo, el solitario priísta camina cada vez más solo. Ni se diga el líder naranja.
Así las cosas. La oposición, en general, sin votos ni discurso en la nueva etapa política y gubernamental dominada por Morena y sus aliados. Por eso Morena ha advertido que la verdadera oposición podría surgir de la interna.