Una investigación periodística de Novedades Quintana Roo destapó la red de extorsión que opera en la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra) y que salpica directamente a altos directivos de la dependencia y a su titular, Jorge Portilla Manica, quien se excusó asegurando que no se han podido erradicar los “vicios de las anteriores administraciones”.

Lo cierto es que la Sintra en los nueve meses que van del gobierno de Carlos Joaquín ha sido uno de sus más grandes dolores de cabeza, por las constantes denuncias de transportistas y ciudadanos que han sido víctimas de los inspectores de la dependencia.

Jorge Portilla ha sido incapaz de poner orden en la Secretaría que dirige, ya sea por complicidad o porque de plano no puede con el paquete, mientras que los negocios ilícitos de las autoridades del transporte están en boga.

Tampoco cumplió con revocar las concesiones de taxis otorgadas en la recta final del gobierno borgista a decenas de recomendados, hecho que tiene molestos a los verdaderos taxistas que han empezado a manifestarse de manera pública.

En Chetumal, desde la semana pasada varias unidades rotularon en el medallón trasero un reclamo al gobernador Carlos Joaquín por las concesiones que se siguen otorgando a los recomendados.

El ingeniero Portilla no ha dado pie con bola y tal parece que sus subalternos son los que mandan, como es el caso del delegado de la zona norte, Juan Jesús Lezama, y el director de transporte, Alejandro Ramos Hernández, quienes son los que llevan la voz cantante.

Apenas este lunes el secretario de la Gestión Pública, Rafael del Pozo Dergal, aseguró que las dependencias del gobierno están bajo vigilancia constante, sobre todo aquellas que en estos meses han sido más señaladas por la opinión pública por diversas irregularidades.

Del Pozo puso como ejemplo al Instituto Estatal para la Educación de los Adultos (IEEA) –cuyo ex titular Rafael Quintanar González heredó un desastre administrativo y laboral– y la modificada Comisión para la Juventud y el Deporte tan mal dirigida por Antonio López Pinzón, un funcionario en la mira por su terrible desempeño y peores números. Y pensar que Don Toño López tiene sus ilusiones electorales…

Bien haría Rafael del Pozo en echarle un ojo al nido de corrupción que está enraizado en la Sintra, porque lo que sigue ocurriendo en la dependencia es un tremendo pasivo para el gobierno del cambio.