Extraordinario
Como artista no creo en el talento...
Siempre he pensado que todos los seres humanos estamos dotados con una serie de herramientas que nos hacen hábiles para algunas cosas y en ocasiones la habilidad la confundimos con talento y genialidad, pero todos sabemos de manera consciente que necesitamos aplicar la practicidad a estas herramientas para que puedan dar frutos. Como artista no creo en el talento; creo en las habilidades sumadas a una rigurosa práctica, dando como resultado un talento. En eso creo. Gente ordinaria aplicando el extra para convertirse en gente extraordinaria. No existe otra receta. Y cuando me refiero a la práctica, me refiero a estar horas con una raqueta boleando, horas enteras frente al teclado de un piano practicando algún pasaje que no sale de manera fluida, vocalizando para mejorar la voz, entrenando para que la condición atlética vaya mejorando día con día, horas frente a un lienzo creando la mejor pincelada y combinando los colores de la paleta. Extraordinario es una palabra que las nuevas generaciones no aplican o simplemente la aplican a cuenta gotas. En la vida todo tiene una cuota que va conformada por obligaciones y tareas diarias. Los jóvenes se quejan porque tienen que trabajar duro y no se han dado cuenta que la vida funciona de esta manera; pero el mayor de los problemas es que los padres no los dejan esforzarse. Todos deberían ayudar en casa (aunque haya servidumbre), manteniendo orden en todo, puntualidad para con todo y con todos, las tareas escolares y hacer todo bien a la primera y tener el hábito de que la única manera de hacer las cosas es, hacerlas bien. Una rutina de obligaciones nos sirve para crear hábitos. Estamos viendo como la gente vive sin compromiso por nada, solo se involucran y al cabo del tiempo no pasó nada. Hagamos un México extraordinario, siendo gente extraordinaria. Gente que da todo y no escatima en esfuerzos, gente que hace lo que tiene y debe de hacer y no se permite antes de llegar a la cima, a hacer lo que quiere y puede, ya que esto es muy caro y es de gente ordinaria. México se merece solo eso, así que no hay mucho que pensar y el camino es convertirnos en extraordinarios y es muy fácil, solo hay que dar el extra. Hasta la próxima semana.