Tiburones contra el Poder Judicial

Nuestro deteriorado Poder Judicial navega en un mar embravecido y con muchos tiburones con hambre de poder...

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Nuestro deteriorado Poder Judicial navega en un mar embravecido y con muchos tiburones con hambre de poder. Su circunstancia invoca ambiciones porque está en marcha el proceso para relevar a su magistrado Presidente, Fidel Villanueva Rivero.

El Tribunal Superior de Justicia no debe tener presiones de los otros poderes y tampoco de medios de comunicación u otros grupos de presión. Ya el gobernador Carlos Joaquín manifestó su respeto a la división de poderes –declaración acompañada por sus actos, algo muy raro en nuestros políticos–, pero los embates continúan en altamar porque sería sorprendente una reacción pasiva de los terceros interesados en el candente proceso.

“Estamos atentos a lo que ahí pueda ocurrir, (pero) no vamos a tener intervención, ese es uno de los acuerdos compromisos que hicimos, que cada poder tenga su autonomía, su forma de actuar, y que se logren los mejores consensos”, expresó el gobernador, según el portal La Opinión de Quintana Roo, dirigido por Hugo Martoccia.

Los grupos de presión no deben influir en una decisión que tomarán los magistrados, quienes como cardenales de la ley tendrán la responsabilidad de elegir al Sumo Pontífice para que reactive a ese poder tan decaído y con asuntos que se le han acumulado en el fregadero, como el elevadísimo porcentaje de presidiarios que aguardan sentencia en nuestras cárceles.

El Poder Judicial tiene que recuperar su prestigio alimentado por la efectividad a manos llenas, como en los tiempos de su Magistrado Presidente Joaquín González Castro, uno de los estrategas de la magistral defensa de nuestra integridad territorial desde fines de 1996, cuando el gobierno de Campeche se apoderó de 4 mil 800 kilómetros cuadrados de Quintana Roo al crear su décimo municipio de Calakmul.

Por cierto, hasta González Castro –Subsecretario de Gobierno de tiempo completo– ha sido impactado por las esquirlas de una ofensiva alucinante que pasa por alto la trayectoria del hombre que en dos ocasiones fue enorme opción para la gubernatura, reaccionando con serenidad ante las fatídicas reglas de nuestra política.

Predecible la acometida en estos días de máxima tensión, pero los magistrados deben blindarse contra las presiones de los grupos de presión que van con machete en mano.

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