Transporte en conflicto
Los múltiples conflictos entre sindicatos, organizaciones y empresas de transporte privado son cosa cotidiana...
Los múltiples conflictos entre sindicatos, organizaciones y empresas de transporte privado que son ya cosa cotidiana en todos los municipios del estado se le han indigestado al Secretario de Infraestructura y Transportes (Sintra), Jorge Portilla Manica, quien al verse incapaz de poner orden está dejando pasar el tiempo para que la dependencia se divida y sea otro el responsable de arreglar el caos.
De Chetumal a Cancún las tensiones entre transportistas están al rojo vivo, perjudicando a los usuarios que sin deberla ni temerla son víctimas de los rencores desatados entre quienes se dicen ser servidores públicos.
En el sur las fricciones entre los taxistas de Chetumal y los de Bacalar –se acusan unos a otros de “piratear” pasajeros que consideran de su propiedad– han llegado a tal punto que ya no se respeta la ley, pues para dar un escarmiento a sus colegas y rivales han llegado a las lesiones y daño a propiedad ajena, sin consecuencias para los sindicatos que alientan a sus agremiados a realizar estos actos de barbarie.
Al menos una decena de estos sucesos se ha documentado en los últimos meses por los mismos pasajeros que sufren en carne propia la violencia de los trogloditas del volante.
Ocurre lo mismo en el centro de la entidad, donde las combis foráneas y los taxistas cada rato andan del chongo, y han agredido hasta vehículos particulares por atreverse a recoger a algún familiar o conocido en las inmediaciones de sus sitios y terminales.
Pero el foco de mayor conflicto está en Cancún y Playa del Carmen, donde la irrupción de la empresa UBER ha causado una revuelta de taxistas que están defendiendo su “territorio” con garrote en mano, solapados y respaldados por la Sintra de Portilla Manica.
De hecho, para la dependencia la llegada de UBER resultó ser un gran negocio, pues la cacería de vehículos que ofrecen el servicio de transporte al margen de la ley local, fabricada para proteger a los taxistas, le ha hecho ganar más de 100 millones de pesos en multas.
En contraparte, no se ha visto la intención mínima de las autoridades de Sintra por mejorar el marco regulatorio de los prestadores de transporte público, convirtiéndose en parte del problema.
Jorge Portilla Manica no ha movido un dedo para garantizar la seguridad y el buen servicio de los usuarios de transporte público en la entidad, mientras que la ropa sucia en materia de infraestructura también se le amontona con obras pendientes como Museo del Mestizaje y la Unidad Deportiva Chactemal.