Un inmueble nauseabundo en Chetumal

Tan nauseabundo como una mazmorra preservada así para causar más sufrimiento a los presidiarios...

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Tan nauseabundo como una mazmorra preservada así para causar más sufrimiento a los presidiarios, el inmueble reposa en Chetumal y a la vista de todos, pero pocos se atreven a recorrer sus entrañas repletas de inmundicia y leperadas. Estamos ante lo que fue el Centro Recreativo del DIF Estatal, ubicado aparentemente en sus dominios.

El espacio abandonado en los tiempos del priato caribeño tuvo muchos años de esplendor, pero su decadencia lo condenó al ataque de estudiantes que pintarrajearon sus paredes sin dejar un metro cuadrado sin agredir con sus aguijones de creatividad. En el piso, el excremento de palomas nada deja a salvo; tiene derecho de piso…

El Centro Recreativo del DIF Estatal fue nido de su equipo de gimnasia rítmica, pero la dirección estatal de Protección Civil constató que el edificio era un riesgo por sus deterioradas condiciones estructurales. El equipo femenil tuvo que trasladarse a la sede de la Sección XXV del SNTE –en la avenida de los Insurgentes– y después a las instalaciones de la Comisión para la Juventud y el Deporte (Cojudeq).

El inmueble pestilente –ubicado a un costado de la cancha de futbol infantil del DIF Estatal– debe ser rescatado por el gobierno del estado o por el Ayuntamiento capitalino, por ser un espacio muy amplio ubicado en una zona de alta plusvalía. Es imperdonable lo que ahí ocurre y en el DIF Estatal deben reaccionar de inmediato para recuperar lo que por años ha sido un foco de infecciones y tremendo desperdicio; la pelota está en la cancha de la directora general del Sistema DIF Quintana Roo, María Elba Carranza Aguirre.

                                           Prejuicios contra ley de periodistas

La ley para la protección de defensores de derechos humanos y periodistas –mal denominada Ley Borge– fue contaminada políticamente y ha sido jaloneada y condenada a la hoguera por esos prejuicios que no deben enquistarse en nuestro gremio periodístico, obligado al análisis y procesamiento de información sin apasionamientos.

Los responsables de este proceso deben comprender que a fin de cuentas importa la ley con sus efectos protectores, con un gremio unido en sus 11 municipios sin que se impongan etiquetas discriminatorias por cuestión geográfica o por nexos con un ex gobernador diabólico.

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