Ventas por internet se desploman
Las ventas en los comercios minoristas cayeron en agosto de 2022 y apuntaron su mayor caída...
Las ventas en los comercios minoristas cayeron en agosto de 2022 y apuntaron su mayor caída en 13 meses, ante las presiones inflacionarias que continúan limitando el avance.
De acuerdo con los resultados de la Encuesta Mensual sobre Empresas Comer-ciales (EMEC), del Inegi, las ventas minoristas perdieron 0.4% a tasa mensual en el octavo mes del año, su mayor caída desde julio de 2021, cuando retro-cedieron 0.7%.
En su interior, las ventas por internet fueron el principal lastre para las ventas minoristas, al caer 12.63% a tasa mensual, seguido por el mobiliario, equipo y accesorios de cómputo, teléfonos y otros aparatos de comunicación con un descenso de 11.79%.
En tercer lugar, la venta de artículos para el cuidado de la salud, con 4.02%, enseres domésticos y computadoras, con 2.91%, y los auto-móviles y camionetas, a 2.89%.
En cuanto al personal ocupado, las empresas al por menor subieron 0.1% mensual, luego de una caída de 0.1% el mes pasado. Y las remuneraciones medias reales disminuyeron 1.1% en el octavo mes del año.
En el caso de las empresas comerciales al por mayor, las ventas reales por suministro de bienes y servicios descendieron uno por ciento, las remuneraciones medias reales pagadas, 0.5%, y el personal ocupado total creció 0.2%.
En agosto, los ingresos en las reales por suministro de bienes y servicios, de los servicios privados no financieros, mejoraron durante agosto del presente año, y alcanzaron su mayor incremento en cuatro meses, reveló la Encuesta Mensual de Servicios (EMS) del Inegi.
Según la institución, los ingresos en las empresas de servicios escalaron 1.4% a tasa mensual en agosto, su variación más alta desde abril pasado, cuando subió 2.4%. El personal ocupado total disminuyó 0.5%, los gastos totales por consumo de bienes y servicios, 0.7%, y las remuneraciones totales reales, 1.8%.
A tasa anual, los ingresos reales por suministro de bienes y ser[1]vicios incrementaron 8.1%; el de los gastos totales por consumo de bienes y servicios, 5%; el índice de las remuneraciones totales, 1.8%, y el de personal ocupado total se redujo 2.4%.
¿Qué es el Ingreso Básico Universal?
¿Se imagina que cada cierto tiempo llegue a su cuenta una suma de dinero sin importar su trabajo, su estado civil, el lugar en donde vive o si tiene hijos o no? Enfrentar una crisis, recibir noticias de impacto económico o resolver imprevistos sería menos complicado. De esto trata la idea de crear un ingreso o renta mínima universal, una propuesta que se discute y se prueba en distintos países desde hace relativamente poco tiempo.
El Ingreso Básico Universal (IBU) es una transferencia directa de dinero otorgada por el gobierno que tiene, sí o sí, estas características: Es periódica: que se entrega cada cierto tiempo establecido; cada año, cada mes, cada bimestre y este lapso es constante. Es uniforme: que todas las personas reciben el mismo monto de dinero. Es individual: que se entrega por persona y no por hogar, familia, matrimonio, etcétera. Es universal: que es para todas las personas sin condiciones.
El Ingreso Básico Universal es un proyecto que busca que los ingresos públicos (mayoritariamente los impuestos) subsidien un ingreso garantizado para todas las personas que son residentes legales de dicho país.
Diferencias entre IBU y los programas sociales. En México, el gobierno hace transferencias de dinero directas a los estudiantes, a los adultos mayores y a personas discapacitadas. En Argentina los hogares en donde hay menores de edad y los padres enfrentan vulnerabilidades laborales, también reciben un monto mensual de dinero.
En Estados Unidos, si pierdes tu trabajo, puedes aplicar para un seguro que garantice ingresos mientras encuentras uno nuevo. Estos son algunos programas de asistencia social que operan alrededor del mundo, éstos están pensados para recortar las brechas entre la población económicamente vulnerable y el resto de la población.
Todos estos programas son diferentes de lo que se conoce como el Ingreso Básico Universal por una razón fundamental: el IBU implica eliminar los requisitos mínimos o las condiciones para recibir una transferencia de dinero.
El Ingreso Básico Universal también es diferente del Ingreso Mínimo Vital (IMV), porque en este segundo se elimina el carácter universal. En lugar de abarcar a toda la población, el IMV solo lo reciben algunos grupos en particular como los pobres, los que no tienen empleo o los que presentan alguna otra carencia. Alrededor del mundo se han levantado ejercicios para testear los efectos posibles de un Ingreso Básico Universal. En Alaska, Estados Unidos, desde 1982 todos los residentes recibieran una transferencia directa al final de cada año, sin ninguna condición, pese a ser el ejercicio más largo tampoco se adapta a la definición, debido a que el programa está financiado por los ingresos petroleros y el monto transferido cambia al ritmo que cambian estos ingresos.
Los proyectos implementados en Canadá y Finlandia también se parecen más a programas de asistencia social por haberse aplicado en grupos específicos de la sociedad. Pero su operación ha permitido empezar a tener pistas de los posibles efectos de un Ingreso Básico Universal.
Otra de las aplicaciones importantes en el mundo está en Kenia, con las transferencias que ha coordinado la organización GiveDirectly. Este tampoco puede considerarse como un ejercicio exacto del IBU, pero con sus cerca de 20 mil beneficiarios en áreas rurales, ha servido para llevar un registro del impacto en distintas esferas de la vida de las personas que habitan dichas localidades.
Algunas de las revisiones muestran resultados generales coincidentes. Las transferencias directas tienen un impacto positivo en indicadores de bienestar en la población; en Alaska, por ejemplo, incrementó la tasa de natalidad, en Canadá y Finlandia se observaron mejores niveles de salud mental y desempeño académico.
En Kenia, GiveDirectly ha realizado un estudio más profundo del impacto en las 197 localidades rurales con beneficiarios, y no solo mejoró el bienestar de las personas, también la situación económica, los indicadores de salud mental y física, las dinámicas sociales e incluso se observa un incremento del interés en tomar riesgos financieros como acceder al crédito, hacer inversiones o iniciar negocios propios.
En México, distintos actores políticos lo han puesto sobre la mesa: Lo hizo Salomón Chertorivsky para apuntalar el proyecto de Ricardo Anaya durante la campaña electoral presidencial de 2018. Lo detalló el propio Ricardo Anaya, con una propuesta de “dificultad media”. Lo presentó el partido Morena como iniciativa de ley en la Cámara de Diputados en 2020. En total existen en el Congreso mexicano 7 iniciativas para implementar un ingreso básico universal.