X = Y = Z = Alfa = Beta
Las generaciones son constructos sociales originados en la necesidad colectiva de pertenecer, de diferenciar el pasado del presente...
Las generaciones son constructos sociales originados en la necesidad colectiva de pertenecer, de diferenciar el pasado del presente; máxime cuando las desigualdades son tales que pareciera que se hablan distintas lenguas, aunque, en el fondo, X, Y, Z, Alfa o Beta somos la misma comunidad, pero con motivaciones disímbolas.
La comunidad digital afirma sin más que sus predecesores son crédulos, esclavos de la televisión pública, del partido hegemónico y de los espectáculos preparados a modo, como los llamados “artistas de plástico”.
Curiosamente, es el mismo grupo que se desvivió por los reality shows de una empresa televisiva señalada de “idiotizar” a los espectadores; el mismo que cae fácilmente en fake news, siempre y cuando estas tengan una sombra de verdad y no impliquen más de diez segundos de su atención antes de hacer Swipe Up al siguiente trend.
Sin embargo, no hay que rascar demasiado para encontrar la realidad: las generaciones son solo letras definidas por el año de nacimiento, y no una verdadera diferencia de comunidades. Esto, por la sencilla razón de que todos, a fin de cuentas, repetimos los patrones sociales colectivos, únicamente en dispositivos más pequeños.
La posverdad de los años setenta del siglo XX no se diferencia de la fake news o del “lo vi en TikTok” más que en la oportunidad de extenderse con facilidad. Si antes la noticia falsa tomaba más tiempo en ser aceptada por la comunidad, lo compensaba la profundidad con que se narraba en los noticieros.
Ahora no importa demasiado qué tanto se diga, sino la estridencia y rapidez necesarias para que se ajuste a un video genérico de redes sociales. La misma mentira, con diferente traje.
Pero lo cierto es que no hay solamente malas ideas y costumbres. Si bien es cierto que los pecados son los mismos, también lo son las virtudes de cada generación.
A diferencia de lo que comúnmente leemos en redes sociales, X, Y, Z, Alfa o Beta tienen el mismo compromiso con la calidad de trabajo, la justicia y el bienestar social. El problema (porque siempre hay uno) es que los compromisos son “menos evidentes” bajo el ángulo de otra generación.
Vamos: si a los X les importa la estabilidad económica de un empleo, también a Z y Alfa; únicamente el objetivo es distinto. Para estos últimos, esta estabilidad tiene como razón de ser el “sentirse bien”; en tanto que, para los primeros, la seguridad de seguir sintiéndose útiles.
En una frase: son compromisos menos medibles, pero no menos existentes.