Lejos de acabar la incertidumbre por los trabajos del Tren Maya en Quintana Roo, luego de que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) determinara solicitar al gobierno federal el cambio del trazo en la ruta 5 del emblemático proyecto de la 4T, la duda sigue.

Y no es para menos, pues el proyecto de Salvamento Arqueológico en el Proyecto Tren Maya ha encontrado un total de 2,376 monumentos arqueológicos sobre el derecho de vía, de los cuales cinco son monumentos arqueológicos de alto valor excepcional.

Manuel Pérez Riva, arqueólogo responsable de este proyecto, dijo que el tramo que comprende entre Playa del Carmen y Tulum tendrá que hacerse un cambio de obra para evitar que estos sitios de alto valor para la humanidad sean afectados.

Y para ello propone, en primera instancia, hacer cinco modificaciones en el trazo férreo, que abarque alrededor de dos kilómetros, que es justamente donde se ubican estos sitios de valor excepcional.

Tal propuesta es la que más incertidumbre genera entre los hoteleros, empresarios y ejidatarios, puesto que el gobierno federal ya había iniciado con el proceso de expropiación de al menos 46 predios, con una superficie de un millón 383 mil metros cuadrados.

La negociación con los propietarios que se había empantanado por mucho tiempo, ya había comenzado a mostrar avances, pero, ahora, con el nuevo cambio de ruta nadie sabe qué pasará, y si se tendrán que expropiar otros terrenos con el nuevo trazo.

La segunda propuesta del INAH para salvar los vestigios mayas, es crear una reserva que proteja los hallazgos de alto valor, y al mismo tiempo proteger al sistema de cuevas y cenotes que están conectados en esta zona.

Para ello sería necesario la creación de reservas patrimoniales, áreas naturales protegidas y de investigación, lo que representa otra disyuntiva, pues todo mundo se pregunta qué sucederá con lo que ya se devastó de selva.

Esa que los activistas de “Sélvame del Tren” y Green Peace condenaron e hicieron pública una campaña para frenar.

La polémica no parece acabar pronto, ya que apenas ni siquiera se han iniciado los trabajos en el siete, que comprende desde Bacalar hasta Escárcega, Campeche, donde el INAH tiene contabilizados un total de 12 mil monumentos mayas potenciales que también deberán ser protegidos.

A menos de 17 meses para que se concluya la obra, el Tren Maya continúa generando mucha incertidumbre entre los quintanarroenses, y todo eso pasa, principalmente, por haber iniciado los trabajos sin algo tan mínimo, insignificante, pero indispensable: una Manifestación de Impacto Ambiental. 

¿Habrán aprendido la lección los de la 4T?