Agencias
MÉXICO, DF.- Distintas marcas de productos lácteos incumplen la Norma Oficial Mexicana (NOM) que obliga a los fabricantes a divulgar las especificaciones en el etiquetado, para que los consumidores distingan los productos que contengan leche o sus derivados.

El pasado 31 de agosto de este año, la Secretaría de Economía, a través de la dirección general de normas, publicó en el Diario Oficial de la Federación la nueva NOM-190-SCFI-2012, la cual regula la venta de productos que por sus características deben identificarse como “mezcla de leche con grasa vegetal”, la cual entró en vigor el pasado 30 de octubre de 2012; sin embargo, a la fecha sigue sin cumplirse el ordenamiento oficial.

Luego de un recorrido realizado por MILENIO en distintas tiendas del autoservicio se observa que distintas marcas siguen con el etiquetado anterior, lo cual viola la NOM 190 y desorienta al consumidor.

Uno de los casos es la marca Fortileche de la empresa Alpura, la cual tiene un etiquetado en la cual se aprecia que se trata de “leche con grasa vegetal”, lo cual viola la NOM, debido a que debería venderse como “mezcla de leche con grasa vegetal”.

Otro caso importante son las marcas Liconsa que opera el gobierno federal, en cuyo empaque se comercializa como “leche fortificada”, pero de acuerdo con la NOM debería denominarse “mezcla de leche con grasa vegetal” pues contiene este ingrediente.

Vale recordar que la Secretaría de Economía emitió dos normas oficiales que, entre otras cuestiones, dividen la regulación de la NOM-155-SCIFI-2003 en tres NOM independientes: la NOM 55, que se mantiene para regular las leches; la NOM 183, que se definió a finales de 2011 para cambiar la denominación de fórmula láctea, a producto lácteo y de alimento lácteo a producto lácteo combinado; y finalmente la NOM 190, gracias a la cual la leche adicionada con grasa vegetal, ahora debe denominarse “mezcla de leche con grasa vegetal”.

En medio de las deliberaciones para establecer esta NOM, la secretaría explicó que la población mexicana está recibiendo menores cantidades de proteína en la leche de las que se reciben a escala internacional; y en una supuesta confusión por parte del consumidor final, cuando por error son consideras las fórmulas lácteas como leche.

Estas normas fueron creadas con el objetivo de diferenciar los tipos de lácteos que son adquiridos por los consumidores, ya que denominaciones comerciales de algunos productos puede resultar engañoso; además de homologar términos con el Codex Alimentarius, que establece a escala internacional los estándares y códigos de prácticas y guías de productos relacionados con la alimentación.

En el país la Profeco es la encargada de vigilar que las normas se cumplan en beneficio del consumidor y hasta el momento se conoce que solo ha iniciado algunas verificaciones aleatorias, sin que se conozca alguna otra acción en beneficio de los consumidores.