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Ciudad de México.- Aún es demasiado pronto para tener la certeza científica, pero un estudio realizado por investigadores de la la UC Boulder indica que una bacteria beneficiosa puede dar efectos antiinflamatorios de larga duración al cerebro, lo que lo haría más resistente a los efectos físicos al comportamiento del estrés.

Los hallazgos, si se replican en ensayos clínicos podrían conducir a nuevas vacunas basadas en probióticos para proteger contra el trastorno de estrés postraumático (TEPT) y la ansiedad o nuevos tratamientos para la depresión, dicen los autores.

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Hasta ahora el estudio se ha realizado en ratones. Matthew Frank, investigador asociado del Departamento de Psicología y Neurociencia destacó que se ha encontrado que la bacteria Mycobacterium vaccae cambia el ambiente en el cerebro a un estado antiinflamatorio.

"Si pudieras hacer eso en las personas, podría tener amplias implicaciones para una serie de enfermedades neuroinflamatorias", dijo el especialista.

 La ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y otros trastornos mentales relacionados con el estrés afectan a una de cada cuatro personas en su vida.

"Descubrimos que Mycobacterium vaccae también bloqueaba los efectos sensibilizadores del estrés , creando un fenotipo duradero resistente al estrés en el cerebro", dijo Frank.

Dato curioso y de interés

El corazón de las mujeres sí se rompe, y no sólo en una forma romántica, sino fisiológica, debido a la cardiomiopatía de Takotsubo, que debilita este músculo, y la principal causa para que se presente es el estrés, destacó la cardióloga Hilda Peralta.

El llamado "síndrome del corazón roto", explicó, afecta más a mujeres durante la menopausia, por lo regular ocurre después de un estrés intenso y se manifiesta con dolor en la parte anterior del pecho.

Integrantes de la Asociación Nacional de Cardiólogos de México pidieron poner atención en la salud cardiovascular de la mujer porque durante la menopausia mueren por infarto el doble que los hombres después de los 50 años.