Lionel Messi, una década de magia

El crack argentino cumple diez años de su debut con el Barcelona convertido en uno de los mejores jugadores del mundo.

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Cuando se piensa que todo está visto con Lionel Messi, el delantero del Barcelona sorprende con algo nuevo en su repertorio. (EFE/Milenio)
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Higinio Robles/Milenio
MÉXICO, D.F.- Lionel Andrés Messi Cuccitini. Futbolista, para millones el mejor del mundo, para otros tantos millones, el segundo mejor del mundo, siempre según sean los colores de la playera. Si es blaugrana dirán que es Dios; si es blanca se dirá que está por detrás de Cristiano Ronaldo.

Como sea, Leo Messi, La Pulga o Il Diavolo —como un día lo llamó Fabio Capello— es futbolista en estado puro. Jugador profesional en toda la extensión de la palabra, uno de los mejores de la historia por más que se le rebata la falta de éxito con la selección de Argentina.

Todo por el futbol

Messi nació para el futbol, vive para el futbol, alejado de las pasarelas, el argentino se siente cómodo en la cancha, su hábitat natural es la yerba verde, cuando se le saca de ella se comporta como un niño, se enfada y se marcha a casa, que nadie le hable porque quizá esté llorando.

Aunque los años le han hecho madurar y su hijo Tiago le ha completado una faceta más de su vida. De Messi se han escrito miles de páginas, hazañas inimaginables, otras que también le señalan las cosas que no ha logrado. Sin embargo, sus éxitos han sido los más contados, porque Leo ha ofrecido tardes de futbol con goles de todas las condiciones posibles, siempre superándose.

Que no sabía marcar con la derecha, lo hizo, que era muy bajito para marcar con la cabeza, definió una Champions de ese modo. Y cuando se le buscaba la comparación con Maradona, también regaló un par de joyas similares a las que marcaba Diego.

Una década con el Barza

Hoy se cumplen 10 años del debut profesional de Lio Messi con el Barcelona, aquel 16 de 2004, el delantero argentino se presentó con 17 años en el campo de Montjuic, ante el Espanyol, nada menos que un clásico catalán.

Frank Rijkaard lo mandó como relevo del portugués Deco al minuto 83. Fue el inicio de una historia que ha deslumbrado el mundo futbolístico. Esa primera temporada Messi apenas jugó 7 partidos en la Liga, 1 en Champions y 1 en la Copa del Rey.

Primera vícima: Albacete

Su primer gol se lo marcó al Albacete el 1 de mayo de 2005. En la siguiente temporada el Barcelona ganó la Liga y la Champions, pero Messi aún no asumía un papel protagónico. En ese equipo brillaban Ronaldinho, Eto'o, Deco y otros jugadores.

Messi no gozó la conquista de ninguno de los títulos, pues no estaba en el campo, solo el olor del césped y correr detrás la pelota lo hacen feliz. Esa ambición de niño no lo abandonaba. Messi siguió avanzando en su progresión futbolística, iba madurando en el campo, una mezcla entre niño y depredador.

En la temporada 2006-07 logró su primer hat-trick, nada menos que al Real Madrid. El primer gran ejercicio de efectividad ante el conjunto blanco, que veía el nacimiento de uno de sus grandes azotes.

La época Pep Guardiola

El deslumbramiento de Messi llegó en la temporada 2008-2009 con el arribo de Pep Guardiola al banquillo del conjunto catalán. En esa temporada, Leo seguía jugando por la banda, pero ya daba visos de ser un hombre letal, mezclaba con Eto'o y Henry, recibía de Iniesta y Xavi, arrancaba y parecía que tenía dos cohetes en las piernas, era imposible detenerle sin una falta de por medio.

Fue pieza clave en el histórico 2-6 que el Barça logró en el Santiago Bernabéu. Y en ese curso un gol suyo en Roma finiquitó la Champions. Avanzó el tiempo y Pep hizo que el equipo girara en torno a Messi, el argentino dejó la banda y pasó a jugar de falso delantero centro.

Pequeño depredador

Ese jugador pequeño de apenas 1.69 metros se convirtió en un depredador. A lo largo de 10 años Messi ha ganado cuatro Balones de Oro, dos Champions League sintiéndose importante, más la de 2006. Seis Ligas de España, (cuatro siendo figura indiscutible).

En el 2012 anotó 91 goles para ser el único jugador en lograr dicha cifra. Récords batidos y récords por batir. Ese mismo año le marcó 5 goles al Bayer Leverkusen en un mismo partido. Cuando se piensa que todo está visto con Messi, siempre hay algo en el repertorio por mostrar.

Messi ha madurado, la mirada inocente que tenía también, huye de los reflectores, sus escándalos tienen que ver con cuestiones de dinero. Sin embargo, la magia que destila en el campo no acaba.

Cuando las lesiones aparecieron bajó de revoluciones, se dio cuenta que no era superhéroe. Paró lo justo, le costó recuperar la forma, sigue siendo introvertido. Ahora se ha alejado del área para ser un creador de juego, pero no deja de tener ese instinto fino.

Lionel Messi llegó a Barcelona para ser jugador de futbol. Solo quería eso, el Barza pagó un tratamiento hormonal y a cambio encontró un diamante que pulió hasta hacerlo la joya más fina de los últimos tiempos.

Algún día su nombre estará escrito en el panteón de las grandes leyendas de este deporte, ahí donde se escriben con letras mayúsculas los nombres de Pelé, Maradona, Cruyff, Platini, Zidane... Lionel Messi se ha ganado un sitio entre los dioses del futbol. Pero aún quedan años por venir.

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