Joel González/SIPSE 
MÉRIDA, Yuc.- Una prueba fehaciente de superación y talento es la exposición organizada por el grupo Colores 33, denominada “Vino de Honor”, que se presenta en la Galería Pasaje Picheta, en el centro de la ciudad, cuyo autor es Ricardo Cáceres quien sufrió pérdida auditiva, por lo que la muestra es a beneficio de la Fundación Elda Peniche Larrea, la cual rehabilita niños con dicho padecimiento. 

Colores 33 desde hace unos años se dedica a la promoción de artistas yucatecos emergentes, por lo que tuvo a bien agrupar al artista de 31 años que había padecido un trastorno en el oído, quien a su vez invita a la institución que se preocupa por ayudar a los infantes que padecen ese problema físico. 

Son 13 los cuadros de mediano formato que el artista visual presenta en la exhibición, donde los colores vivos en algunas de sus obras, y los contras bicromáticos en otras, crean una sensación especial en el espectador, quien puede apreciar entre los variados temas abordados por Cáceres, tales como la naturaleza, con paisajes, animales y plantas, o los rostros, todos ellos realizados en diferentes técnicas que van del impresionismo al hiperrealismo. 

La obra de este joven yucateco que recién comienza a sacar a la luz su trabajo, permanecerá abierta al público todo el mes de febrero, con horario de 11:00 a 20:00 horas, de lunes a domingo. Para el que desee adquirir una obra, el precio de las pinturas es muy accesible, con el objetivo de que sean vendidas, ya que una parte de las ganancias estarán destinadas a apoyar a niños que padecen de discapacidad auditiva. 

La presidenta de la Fundación Elda Peniche Larrea, Pilar Larrea Peón de Peniche, dijo que su organismo está creciendo y cada día se detectan mas pequeños con pérdida auditiva gracias a que en el Estado existe la prueba de tamíz auditivo. 

Añadió que la institución cuenta actualmente con 59 niños a los que se atiende con el método de terapia auditiva verbal, en sesiones semanales que deben volverse una filosofía de vida para los padres. 

“Vale la pena aclarar que no es una escuela para niños sordos”, puntualizó. 

Larrea Peón recordó a la gente la importancia de que los niños sean atendidos con prontitud por un médico otorrinolaringólogo, en la medida que los padres detecten alguna anomalía de su hijo, lo que permitirá que con una atención temprana se conserve una de las necesidades esenciales del ser humano como es la comunicación.