Por Rafael R. Destúa

James Gunn y el resto de los creadores tras el éxito cinematográfico de “Guardianes de la Galaxia” no temen a los estereotipos, saben que fueron la clave de su éxito y los repiten descaradamente en la secuela. Sólo agregan humor más negro y descarado, quizá animados por el éxito de “Deadpool” y les funciona.

Luego de salvar al universo, los Guardianes siguen metiendose en problemas como enemistarse con la raza de los Soberanos luego de que Rocket roba unas baterías sin necesidad. Justo cuando analizan como salir del lío los encuentra Ego, el desaparecido padre de Star-Lord, quién invita a su hijo a descubrir su herencia, acompañado de la desconfiada Gamora y Drax.

El escritor y director de la primera cinta, Gunn, estudió todas y cada una de las reacciones del público respecto a la primer cinta para ofrecer más de lo que más gustó. “Guardianes de la Galaxia Vol. 2” es un perfecto ejercicio del análisis de datos y la mercadotecnia en favor del diseño de una película como un producto de consumo descarado. Pero es tan divertida que simplemente no importa.

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Gunn establece un fluído ritmo de acción y humor que entreteje sutilmente con unas cuantas pistas de lo que luego dará cierto drama al filme, tocando fibras sensibles de varios personajes y estableciendo su mecánica emocional. Obviamente no es nada profundo y trascendental, sigue siendo una historia de superhéroes, pero lo suficiente para dar un contraste. El buen trabajo del director se percibe en la cohesión de todos esos elementos de forma que percibes el filme como algo integral.

Los elementos visuales tienen una importancia radical, con un excelente diseño de arte, escenografía, vestuarios y maquillaje, muy bien realizado por la producción. Hay infinidad de detalles, como para ver repetidamente el filme descubriendo cosas en cada ocasión y que dan la impresión de que el universo donde viven los personajes es real y mucho más amplio de lo que vemos en ésta historia.

Efectos especiales, sonoros y música se entretejen con las actuaciones, pues los actores tuvieron tanta exigencia de dar vida a sus personajes emocionalmente como en desquiciadas secuencias de acción. Puede que las segundas les exigieran más que las primeras, pero el mérito de Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Michael Rooker, Karen Gillian, Pom Klementief y el veterano Kurt Russell radica en que ambas facetas tienen gran calidad. Vin Diesel y Bradley Cooper sólo ponen su voz, pero aún así saben dar vida a Groot y Rocket.