Rafel López/Milenio
CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno de Estados Unidos expulsó a tres millones de mexicanos entre 2001 y 2014, de los cuales 1.3 millones contaba con antecedentes criminales. Es decir, uno de cada tres expulsados. Esto equivale a 92 mil 800 regresos anuales, siete mil 738 por mes o 258 diarios por haber cometido algún tipo de delito en territorio estadounidense.

De acuerdo con datos del Departamento de Seguridad Nacional de EU, en 14 años, 4.4 millones de inmigrantes, de cualquier nacionalidad, fueron echados del país por irregularidades administrativas o criminales, de los cuales 68 por ciento provenían de nuestro país.

El 13 de noviembre, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, señaló que por lo menos tres millones de inmigrantes serán deportados o encarcelados en los primeros días de su gobierno, de los cuales se dará mayor énfasis en localizar a los que cuentan con antecedentes judiciales o sean identificados como pandilleros o traficantes de drogas.

Sobre este tema, las cifras del gobierno estadounidense señalan que los extranjeros criminales expulsados en 14 años suman 1.7 millones, lo que significa que 75 por ciento son de origen mexicano y la mayoría fueron echados durante la administración de Barack Obama.

Entre los años fiscales de 2009 y 2014, periodo gobernado por Obama, los Estados Unidos enviaron a México a 793 mil 108 paisanos que cometieron algún tipo de crimen; mientras que entre 2001 y 2008, lapso de la administración republicana de George W. Bush, hubo 548 mil 515 rechazos.

Según el Instituto de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por su sigla en inglés), 86 por ciento de los individuos expulsados del país se catalogaban como Prioridad Uno en la que se encuentran las entradas ilegales por la frontera, los delincuentes convictos o criminales agravados.

Adicionalmente, 59 por ciento de las expulsiones fueron reincidentes y, de esos, 81 por ciento pertenece a la Prioridad Uno.

Organizaciones como el Pew Research Center y el mismo ICE calculan que actualmente hay 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, de los cuales, tres millones saldrán en los primeros días del gobierno de Trump y el destino de los ocho millones restantes será decidido una vez que se asegure el flujo migratorio de la frontera con México.

El gobierno estadounidense informó en agosto pasado que a partir de 2012 el número de inmigrantes catalogados como delincuentes convictos asciende a 1.9 millones, lo que representa 17 por ciento del total de los inmigrantes residentes en Estados Unidos y son el objetivo principal del gobierno para deportar.

Sobre este tema, el ICE estima que alrededor de 820 mil, de los 11 millones de indocumentados, tienen condena criminal. Por tal motivo están catalogados como delincuentes “Prioridad Uno”.

El total de extranjeros encarcelados en Estados Unidos es de 142 mil 463 personas recluidas en prisiones federales, estatales o locales que equivalen a 6.3 por ciento del total de reclusos.

Los costos de las deportaciones para Estados Unidos son en promedio de 12 mil 500 dólares por cada una, según una estimación gubernamental hecha en 2011.

En las cortes migratorias existen 521 mil juicios pendientes que definirán el futuro de miles de extranjeros que quieren mantener su residencia en EU, según un estudio realizado por la Transactional Records Access Clearinghouse de la Universidad de Siracusa.

Por su parte, la Oficina Ejecutiva para la Revisión Migratoria del Departamento de Justicia señala que hay 88 mil 128 órdenes de deportación pendientes por ejecutar.

Uno de los temas migratorios que causará controversia en los primeros días del gobierno de Trump será la postura sobre el decreto de Obama para proteger a los jóvenes de la deportación. En este programa se inscribieron 741 mil inmigrantes que pueden residir y hasta trabajar de forma legal, pero Trump señaló que no respetará ninguno de los decretos firmados por su antecesor.