Revelan que hubo masacre en Apatzingán; Castillo lo niega
El excomisionado de Michoacán asegura que hay videos y testimonios que corroboran que no hubo ejecuciones extrajudiciales.
Agencias
MÉXICO, D.F.- Hace apenas unos días, Alfredo Castillo asumió la jefatura de la Comisión Nacional del Deporte tras meses de ser el encargado de dirigir la estrategia federal para contener la crisis en el estado de Michoacán; ahora enfrenta duros señalamientos por hechos violentos registrados en Apatzingán el pasado seis de enero, mientras era la máxima autoridad federal en la entidad, los cuales salieron a la luz pública tras un trabajo de la periodista Laura Castellanos.
Castillo, quien también ha sido titular de la Profeco, aseguró que el video donde se muestra un supuesto abuso policial en el desalojo de la presidencia municipal de Apatzingán el martes 6 de enero está 'distorsionado y fuera de contexto', por lo que sostuvo que hay elementos suficientes para confirmar que hubo fuego cruzado.
En entrevista para Milenio, Castillo reiteró que el resultado de la investigación que encabezó en su momento cuenta con el respaldo de videos, testimonios y pruebas periciales.
El excomisionado dijo que los resultados de la investigación, que en ese momento se dieron a conocer, están sustentados con video, testimoniales y pruebas periciales.
“Te lo digo como perito en la materia, entre testimonios anónimos y gente con nombre y apellido que da una declaración que está siendo validada, te puedo decir que (…) la PGR o la Procuraduría de Justicia de Michoacán pueden, sin ningún problema y sin violar la secrecía de la averiguación previa, demostrar plenamente como los hechos se dieron en su momento a conocer”, enfatizó.
El ahora titular de la Comisión Nacional del Deporte refirió que en el momento de los hechos hubo dos eventos distintos, uno de ellos la madrugada del 6 de enero en la alcaldía de Apatzingán, y el segundo es donde un grupo de personas intentó recuperar los vehículos que les fueron decomisados a quienes mantenían tomada la sede del palacio municipal.
Sin embargo, aseguró que de acuerdo con todos los elementos que se recabaron se puede verificar que hubo fuego cruzado que ha sido corroborado “con las trayectorias, con el calibre de las balas y con la huella balística”.
Incluso, agregó, “en su momento se habló con el director del hospital, con el Servicio Médico Forense; ahí están las necropsias, el tema de las distancias, disparos y calibres y en su momento tampoco existieron otras declaraciones”.
Con plena certeza
Castillo dijo que la propia autoridad cuenta con un video en el cual se muestra que son los propios efectivos de la Policía Federal quienes auxilian a los heridos y los trasladan al hospital.
Asimismo, Castillo aseguró que adicional a las pruebas que sustentan la versión del fuego cruzado, nunca hubo una denuncia por 16 o 20 desapariciones y tampoco hubo vestigios de sangre en otros lugares, donde se podía hacer el señalamiento.
En este sentido dijo estar tranquilo, ya que los dichos dados a conocer por él previamente pueden ser sustentados sin algún problema en la averiguación previa que se ha integrado sobre el caso.
“Estoy con la tranquilidad y vamos con la plena certeza de lo que se dijo y que puede ser sustentado a través de la averiguación previa”, puntualizó.
Castillo señaló que si bien ya no es un tema que le competa, confió en que sus declaraciones abonen a hacer la aclaración, aunque manifestó que serán las instancias correspondientes las que determinen lo que sucedió ese día.
¿Qué ocurrió el 6 de enero?
De acuerdo con un trabajo de la periodista independiente Laura Castellanos, ese día se registraron dos masacres cometidas por Policías Federales. La versión oficial fue que hubo un desalojo y un supuesto fuego amigo entre un grupo determinado; la versión de las víctimas es que hubo ejecuciones extrajudiciales contra civiles desarmados.
En entrevista con la periodista Carmen Aristegui para CNN, Castellanos explicó que "en el Palacio Municipal de Apatzingán, había un plantón por un grupo de fuerzas rurales, es decir, autodefensas legalizadas que habían sido registradas, que trabajaban para el gobierno y que la mayoría formaban parte de un grupo que se llamó G250”.
“Lo que hicieron fue buscar a ‘LaTuta’ en la sierra durante ocho meses. Este grupo fue creado por el ex comisionado para la Seguridad en Michoacán, Alfredo Castillo, y fue disuelto por el mismo Castillo el 15 de diciembre, entonces ellos pusieron ese plantón, para exigir que se desarticulara el cártel y que se detuviera la oleada de incursiones de los ‘templarios’”, precisó.
Recordó que “ellos tenían tomado el Palacio, no pedían que se les reintegrara, pedían que se frenara el espiral de incursiones por parte de los ‘templarios’, argumentaban que ahora la gente iba estar totalmente vulnerable”.
“Y decían que durante el trabajo que estuvieron haciendo en la Sierra, las fuerzas militares estuvieron impidiendo su avance en las comunidades que se decía que se movía ‘La Tuta’”, añadió.
Todo apunta a los Federales
Distintos testimonios se preguntaban: “¿cómo era posible que el mismo gobierno estaba impidiendo la búsqueda y captura de ‘La Tuta’?”, dijo Castellanos.
Para realizar su investigación, “realicé alrededor de 44 entrevistas y estas se hicieron con una diversidades de actores, en distintos lugares, momentos, con gente que no se conocía entre sí”, dijo Laura.
“Entrevisté a familiares, a testigos circunstanciales, entrevisté a personal del hospital y del Servicio Médico Forense (Semefo), y todas estas entrevistas a lo que apuntan, es efectivamente a que Policías Federales cometieron ejecuciones extrajudiciales contra civiles desarmados, también tuve documentos que prueban”.
Y hay “seis actas de defunción, pero tres prueban que los cadáveres de tres personas fueron llevados a tres lugares distintos, tres ciudades distintas de Apatzingán, no hubo ningún cadáver ese día en le Semefo local. Se los llevaron a lugares de dos a tres horas de distancia”.
Detalló que “un acta prueba que uno se llevó a Zamora, otro a Lázaro Cárdenas y otro a Morelia, como si de esta manera se evitara que en un sólo lugar se concentrara todo el número de cadáveres para que no se supiera el saldo real y el daño que provocaron descargas con balas expansivas, detonadas a cortas distancias, según lo observó personal del Hospital Ponce” .
Crimen de lesa humanidad
Respecto a los muertos, señaló que tenían “boquetes muy grandes y algo importante es que los médicos, enfermeras, personas del hospital que realizan distintas funciones, lo que observaron es que las heridas presentaban lo que llamas tatuaje, es decir, una quemadura en la piel, y eso sólo sucede cuando el disparo se hace una distancia entre 10 y 20 centímetros”.
“Pienso que en este caso, estas dos masacres en Apatzingán, a diferencia de otros actos de represión por parte del Estado, cuenta con un número excepcional de video y de gráficas de cómo procedieron los Policías Federales, y da mayor respaldo al testimonio de los entrevistados”, abundó.
“Las entrevistas se realizaron con 13 de los 44 liberados, en condiciones muy difíciles porque prácticamente la gente está a salto de mata, aunque el juez los exoneró de los delitos, ya han recibido amenazas y hostigamiento, y aseguran que son perseguidos. Las entrevistas que se hicieron a pie de carretera se tenían que detener, porque les avisaban con radio que iba un convoy de Federales, y se tenían que esconder”, reveló.
Además, “civiles que no tenían nada que ver, también fueron detenidos”, y “mujeres y niños fueron heridos”.
Incluso, “un grupo de mujeres llegaron a preguntar al hospital por niñas heridas que se habían llevado los Federales y que no sabían dónde estaban”.
Después de esta investigación, la periodista espera que “se investigue” porque “todo esto apunta a un crimen de lesa humanidad y ahí el Congreso estatal tiene obligación de investigar los hechos y que la cadena de responsabilidades sea bien investigada y que se detenga a los responsables”.
(Información de Milenio y Aristegui Noticias)