Agencias
CHIHUAHUA, Chih.- El número de microempresas y comercios que explotan con bajos sueldos a los trabajadores indígenas ha crecido al menos tres por ciento en los últimos dos años, reveló el párroco de Bocoyna, Javier Ávila.

El sacerdote de la región turística de Creel, en la Sierra Tarahumara, indicó que cada vez es más común que los indígenas que habitan en aquellas regiones más alejadas de las grandes ciudades contraten tarahumaras para realizar actividades agrícolas.

Explicó que, pese a que este tipo de prácticas son ilegales, los patrones se aprovechan para darles empleo por debajo del salario mínimo a jóvenes indígenas que no tienen ni para comer y mucho menos cuando no consiguen trabajo mejor remunerado, según informa Notimex.

Lamentó que este tipo de casos se den "porque a muchos de ellos, hasta menores de edad, les pagan hasta 50 pesos diarios, por jornadas de hasta 12 horas y a veces hasta con botellas de bebidas embriagantes".

A su vez, el coordinador estatal de la Tarahumara, Miguel Ángel González, rechazó que sea tan alto el número de familias de esta etnia las que sean explotadas, ya que la naturaleza de los tarahumaras es trabajar para solventar sus necesidades de alimento y diversión.

Reconoció que durante los últimos años el dinero, como objeto de intercambio, ha sido importante para los grupos de indígenas; sin embargo, aún permanece el trueque, que es trabajo por alimentos y bebidas alcohólicas.

Destacó que así como existen patrones que pagan menos del salario mínimo, también hay empresarios que los contratan con sueldos que van por encima de ellos, sobre todo de aquellos que han demostrado calidad, como es el caso de quienes fabrican sus propias artesanías.

En tanto, el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), José Luis Armendáriz, explicó que los municipios de Chihuahua, Parral y Ciudad Juárez encabezan la lista de explotación de jóvenes indígenas, tanto en el trabajo doméstico como en el trabajo de campo.

Detalló que han detectado supuestas agencias colocadoras de empleo que trasladan a jovencitas indígenas, no solamente de Chihuahua, sino de otros estados como Chiapas, Puebla y Oaxaca.

Estas agencias trasladan a las jóvenes a lugares lejos de sus familias y una vez instaladas en una casa donde trabajarán como empleadas domésticas, los patrones cambian las condiciones laborales prometidas.