Milenio Digital
CIUDAD DE MÉXICO.- El salario mínimo y los precios de las gasolinas tienen algo en común en la presente administración: ambos han aumentado. Sin embargo, no lo han hecho al mismo ritmo: mientras que el primero ha aumentado solo 28.4 por ciento, los costos de los combustibles se han incrementado entre 47.9 y 56.4 por ciento. Prácticamente el doble.

Un trabajador en México pasó de ganar 62.33 pesos por jornada laboral en 2012 a 80.04 pesos en 2017; de hecho, el próximo año se registrará el mayor aumento salarial en décadas, pues la fuerza laboral percibirá 7 pesos más que en 2016.

La gasolina Magna, que por precio y rendimiento es la más usada entre los automovilistas, aumentó su precio 47.9 por ciento desde diciembre de 2012 hasta enero de 2017. En pesos contantes y sonantes representa una subida en el precio de 5.18 pesos en 4 años y dos meses. El registro comenzó en 10.81 pesos, pero con la libre competencia en los precios de los combustibles que iniciará a partir de mañana el costo se ubicará en los 15.99 pesos en promedio; sin embargo, en algunos municipios del país llegará hasta los 16.59 pesos.

Entre las alcaldías donde se deberá pagar el mayor precio de la Magna se encuentran municipios del Estado de México, Puebla, Michoacán, Guerrero, San Luis Potosí y Nayarit. En la mayoría de los casos son ayuntamientos que presentan severos problemas de marginación. Algunos ejemplos son Atlamajalcingo del Monte, en Guerrero, que se ubica en la posición 69 de los más marginados.

En Puebla la lista de alcaldías es también extensa. El martes pasado se publicó una lista de ayuntamientos marginados entre los que destaca Huehuetla, el municipio más pobre de la entidad que está ubicado en la Sierra Norte del estado, donde 79.5% de las personas con alguna actividad económica apenas perciben ingresos de hasta dos salarios mínimos, mientras que 35.04 por ciento de la población es analfabeta.

La gasolina Premium, que cuenta con mayor octanaje que la Magna y por ende es de mayor calidad, presenta un incremento aún mayor que la Magna. La variación entre diciembre de 2012 y enero 2017 será de 56.4 por ciento, lo que equivale a 6.42 pesos.

En lo que respecta al diésel, los precios se elevaron hasta 56.42 por ciento equivalentes a 6.15 pesos. Este tipo de combustible es usado en su mayoría por camiones de carga o de transporte público, por lo que este aumento repercutirá en un incremento de los precios.

De acuerdo con el  vicepresidente de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga, Refugio Muñoz, el sector autotransportista se verá afectado por el alza de precios lo que “termina impactando a toda la economía, al final de cuentas es un insumo que trasciende en el costo del transporte de las mercancías, terminará afectando a toda la cadena”, por lo que se espera un aumento de la inflación.

Lo anterior representa un problema para la economía familiar y de las empresas, ya que los mexicanos consumen un total de 123 millones de gasolina, ya sea Magna, Premium o diésel, lo que representa un mínimo de ventas de mil 966 millones de pesos cada día.