Agencias
MÉXICO, D.F.- Guatemala, Honduras y El Salvador realizaron 13 veces más decomisos de estupefacientes que la PGR en el sexenio pasado, en parte porque en el último año de su gobierno “se redoblaron” los esfuerzos contra los grupos traficantes de drogas y éstos migraron a Centroamérica, según publica Milenio.

De acuerdo con el documento “Nuevas funciones y estructura de la PGR”, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, en ese periodo los decomisos de droga (básicamente cocaína y mariguana) disminuyeron en México de 40 a menos de 12 toneladas, mientras en esas tres naciones el volumen fue 13 veces mayor.

Las medidas de seguridad tomadas por el país han forzado una migración de la violencia a Guatemala, Honduras y El Salvador, donde Los Zetas y el cártel del Pacífico han emprendido una “lucha sangrienta por el control del territorio”, se señala en el documento legislativo.

En la administración pasada, la Procuraduría General de la República (PGR) tuvo un incremento anual presupuestal de 5.4 por ciento, al pasar de 9 mil 550 millones de pesos en 2006 a 14 mil 905 millones en 2012.

En tanto, el año pasado las principales áreas responsables del gasto fueron Policía Federal Ministerial; Dirección General de Recursos Materiales y Servicios Generales; Subprocuraduría de Control Regional, Procedimientos Penales y Amparo, y Dirección General de Servicios Aéreos, que concentraron 44 por ciento.

Mientras, la Subprocuraduría Especializada de Investigación de la Delincuencia Organizada (SEIDO) solo recibió 5 por ciento.

Uno de los principales logros de la PGR, alcanzados en coordinación con otras dependencias federales, fue “un incremento sin precedente del número de personas detenidas por su vinculación con el narcotráfico y el valor estimado de las toneladas de mariguana y cocaína aseguradas o erradicadas”, se señala en el mismo informe.

En el periodo 2007-2012 se detuvo a 188 mil 244 personas, se confiscaron 111 mil 591 kilogramos de cocaína y 10 millones 657 mil de mariguana, además de que se destruyeron 875 narcolaboratorios y se desmembraron 18 bandas dedicadas al secuestro.

Respecto a la cocaína, el documento refiere que “a partir de 2007 hubo decrementos en las toneladas decomisadas, incluso por debajo de lo alcanzado anualmente en el sexenio anterior”.

Lo anterior, según la oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, obedece a las nuevas rutas utilizadas por los narcotraficantes.

El análisis de la Cámara de Diputados explica que México “redobló esfuerzos contra los grupos traficantes, que se vieron obligados a reducir la pureza de la droga y aumentar el precio, lo cual tuvo un impacto en el atractivo relativo de la droga, particularmente para los consumidores primerizos y casuales”.

Además, “los decomisos en Centroamérica son ya 13 veces mayores a los realizados en México: en el país disminuyó de 40 a menos de 12 toneladas”.

Lo anterior generó “una lucha sangrienta” por el control de Guatemala, Honduras y El Salvador entre Los Zetas y el cártel del Pacífico. Además, señala que las áreas rurales fronterizas entre de las dos primeras naciones “registran muy elevados niveles de violencia y homicidios.

“Las dificultades del trasiego de droga, incluso la eventual desaparición del tráfico de cocaína, pueden generar una lucha más violenta entre grupos y su incursión en ilícitos como extorsión, robo y secuestro.”