F. Damián e I. Navarro/Milenio
MÉXICO, D.F.- La Cámara de Diputados prevé discutir y aprobar más de 100 dictámenes en diversas materias durante el periodo ordinario que arrancará el próximo 1 de febrero, para concluir el 30 de abril.

Además de las 45 leyes secundarias para reglamentar las reformas energética, de telecomunicaciones y político electoral, así como diversos ordenamientos derivados de la hacendaria, la Junta de Coordinación Política identificó 29 proyectos ya dictaminados y 20 más listos para ser votados por las comisiones ordinarias.

Los líderes parlamentarios acordaron por ello programar 30 sesiones para el periodo ordinario en puerta.

“Será un periodo muy pesado: 30 dictámenes que hay que desahogar, más otros 20 que están en ruta, ya en comisiones. Y seguramente cerca de 60 dictámenes que habrá que revisar de las reformas energética, de telecomunicaciones, política y hacendaria, es decir, hay mucha materia para este periodo y yo digo que incluso las 30 sesiones serán insuficientes para atender la carga de trabajo”, puntualizó el perredista Silvano Aureoles, presidente de la Junta de Coordinación Política.

Adicionalmente, los coordinadores de las siete fracciones parlamentarias sostendrán el lunes 3 de febrero un encuentro con los cuatro consejeros del IFE para conversar sobre las leyes reglamentarias pendientes y la elección de los once integrantes del nuevo Instituto Nacional de Elecciones.

En conferencia de prensa al finalizar la reunión de la Junta de Coordinación Política, Aureoles precisó que el próximo sábado 1 de febrero se instalará el Congreso General y el martes 4 tendrá lugar la primera sesión ordinaria de la Cámara de Diputados. 

El pleno sesionará tres días por semana durante febrero, mientras que en marzo y abril lo hará solamente martes y jueves, con un puente con motivo de la Semana Santa. 

La Junta de Coordinación Política acordó recomendarle a la Mesa Directiva que en las sesiones se privilegie la discusión de dictámenes, por encima de otros temas, y que se aborden de manera directa, evitando el posicionamiento de las fracciones parlamentarias, para avanzar lo más posible en el desahogo de esos asuntos.