Milenio 
PUEBLA, Puebla.- Hace 16 años María de los Ángeles Valencia perdió las ganas de vender su casa ubicada en la comunidad de Villa Alta, municipio de Tepetitla, en Tlaxcala, tras la muerte de su hija por un tumor en el intestino que fue atribuido a la contaminación del río Atoyac, que ha provocado padecimientos como leucemia y distintos tipos de cáncer que se multiplican en la región, como lo documentaron en 2003.

Luego de la muerte de la menor decidió sumarse a las actividades del Consejo Ciudadano por la Dignidad, que ha documentado y denunciado la contaminación y sus afectaciones a las comunidades de Tepetitla, San Mateo Ayecac y Villa Alta.

La mujer narró que cuando su hija fue diagnosticada ya estaba en una etapa muy avanzada, por lo que el tratamiento no fue suficiente y su hija falleció.

Los médicos no lograron explicarle el origen, pero asegura que fue por los químicos que se respiran en la región y que salen desde el río Atoyac.

Su otra hija es asmática desde los ocho años, su hermano desarrolló la misma enfermedad en la edad adulta (situación atípica), una sobrina padeció anemia grave de la que sobrevivió después de un tratamiento médico agresivo.

Explicó que los pobladores se han acostumbrado a diversos padecimientos, continuos dolores de cabeza, fatiga, así como a enfermedades respiratorias que no creen que estén relacionadas con la contaminación del río.

Sin embargo, hay casos más graves. Valencia asegura que en las tres comunidades se registran diferentes tipos de cáncer y en la iglesia a la que acude un joven de 15 años falleció por una enfermedad que le atacó la vista. En esa familia otro muchacho de 25 años padece insuficiencia renal; los casos se registraron en la comunidad de San Lucas.

En San Mateo Ayecac hay dos casos de leucemia, uno de un joven de 16 años y otro con cáncer en la nariz; sin embargo, las familias prefieren mantener en secreto los padecimientos.

Aseguró que la situación es tan grave que en las dos primarias de San Mateo Ayecac y de Villa Alta ningún alumno es aceptado si no presenta una certificado de química sanguínea, ya que se han detectado casos de niños con leucemia.

Aseguró que junto con cerca de 100 pobladores de la comunidad, en 2002 les realizaron estudios genotóxicos hechos por la Universidad Nacional Autónoma de México, en los que se demostró que tenían afectaciones en la sangre.

La polución del río Atoyac es evidente en Villa Alta. En menos de un kilómetro se observan más de siete zonas en las que se hacen descargas directas al afluente. Una de las más contaminantes es la que llega del corredor industrial Quetzalcoatl.

La contaminación se puede ver solo con acercarse a la orilla del río. Aseguran que el agua que llega de dicho corredor es color negro, y así sigue su recorrido que llega hasta la presa de Valsequillo.